A la Rica Miel…
Zumbidos de aleteos pequeños en la cercanía, grandes, inmensos en la distancia, rugido de miedos en el deambular de las letras aguijoneantes. Miedos al rejón cargado de tintas sátiras. Irónico mundo que teme las verdades y acusa con el índice al denunciante y exculpa a los malandrines.

A rayas, como las líneas de las enrejadas imágenes justicieras. Miel blanca dedujo al bote lleno, de dulce y rica miel, sin confrontar entre los fieles de las balanzas, justicia, dolor, castigo, debieron poder, debieron dejar y no permitieron.

Bellas damiselas fletan los barcos de los delirios y las delicatesen de extraños, riendas sueltas a una imaginación capaz de doblegar al poder.

Ojos tupidos y máscaras soeces encubren las rimas entre miles de células que observan y esperan su momento para gritar, provocar las emulsiones que provocan los cambios.


Aviones de papel adornan su chistera ajada, donde tuvo su conejo de la suerte, aquella angorina de piel sedosa. Las tazas que portaban el elixir rejuvenecedor están vacías.