domingo, 29 de diciembre de 2013

En Tus Ojos Habito…

En Tus Ojos Habito…

Paseando la noche
Interrumpió mis sueños pacientes,
Aquel duende de alma nívea
Para instruirme en un atisbo del edén.

Pacía gélida la aurora
Cuan si esperara para tomarme
Por las solapas de mi desvencijada piel
Rezongando a la espera de la beldad extrema.
Móstrote este emolumento para los sentidos
Al ser portador de una pupilas perceptivas
Capaces de reflejar la sensibilidad
De la excelsitud sin equívocos en su fausto.
Déjote para que pixeles la magnificencia
Te insinúo ser raudo, suave, raso, perceptivo
Habrás de abrir tu diminuta esencia
Al júbilo sin perder los vigores de la alborada.
Y desdibujas el contorno del algodón yéndose
Mas no, partiendo no, abriendo paso sublime
A un destello preciso, fulminante, alborozado
Tallando cada uno de sus detalles hábilmente.
Regalándonos un acervo de sensaciones sutiles
Que quiebran el equilibrio de cualquier mortal
Dejado entre su diminuta índole y la superior
Aquella que puntualiza sinusoidales radiantes.
En tus ojos habito, hoy, me levas en volandas
Al séptimo reducto de quietud dócil
Sereno éxtasis en tu destello
Sorbo la miel y la sal, miscelánea de cicatriz
Y sutura, de nervio y calma
Toma mi ofrenda cuan sencillo alegato.

©Santiago Pablo Romero.Bluesman.
Img.Subida Sancho DG. MIKerioeskuderodelArma




viernes, 27 de diciembre de 2013

En el filo de la navaja…

En el filo de la navaja…

Encrespado sientes tus ojos en dilemas ocultos
Y muerdes tu labio inferior en rabia contenida
Ante el conflicto sin solución de asirte o no.
Hinco las uñas en mis palmas por no romper
Cuan espejo donde viste un rostro desconocido

Al tragar saliva, en una plúmbea amanecida.
Azafranes tintan tardes de pantanos pútridos
En el resquemor de caídas de ignaros silentes
Preñados de estulticias mil sin fundamento.
Tras mucho quebrar nómadas en desiertos
Beber en pozos de lodos sacramentados
Y rodar por acequias de medio pelo, vuélvome.
Ante la cara desleída de un poema sin apodo
Refuljo de sombras ansiadas, azulinas de plata
Sin menoscabo de cleptómanos, prejuiciados.
Sentiré el filo de la navaja partir las entrañas
De un cuerpo despojado de alma sin esmeros
Y volveré el rostro hacia la expiración, lucharé.
Serán mis amigos los que porten el yacente
Impío hombre sin tapujos, abrupto sin vida
Al bajar la curvilínea sinusoidal del riachuelo.
Sembraré de lacrimales fluyentes el túmulo
Desde el que reprimirán las huestes vencidas
Por portar la roca pequeña, firmeza hirsuta.
Escrito quedarán por sus pasos, la huella
De una voz cernida por el tamiz de sus arrojos
Erguidos detrás de su intensa saciedad sonora.
Ágoras clamarán con brazos altivos, un son
Dirimido por espíritus henchidos de grandeza
Y sobarán el cielo increpado con sus sonrisas.


©Santiago Pablo Romero.Bluesman.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Abre los Ojos…

Abre los Ojos…

Ríos de contornos cenagosos, se deslizan
Cercanos a mi cama, de humedad podrida
Y mis pies recojo, cuan pequeño gorrión,
Me adentro entre los almohadones raídos
Sorbiendo la aridez en mis párpados vencidos
Sumergiendo mi poco existir en mares oscuros.

Rompen los cristales de botellas vacías
El último sorbo de bourbon, tose mi gaznate
Cuan si llamarle quisiera, rogando una caricia
De alcohol que embriague mi estío interior
Antes que el torbellino se lleve mi esencia
Mientras la mirada perdida en tu foto dejé.
Suenan unas cerdas rasgadas en el cementerio
Es último brío, graznan los cuervos perversos
Al son de una palmaria hacienda a repartir
Todos festejan su pena, con cabizbaja sonrisa
Las colas hacen doler las manos, difícil dolor
Su plata ha jalado el vuelo de los carroñeros.
Ha entrado fortuna en mi chabola dislocada
Gritando en la voz rasgada del bluesman
Corea a son de blues, que el río está bajando
Nada hemos de temer, a carcajeos frenéticas
Se revuelca por entre las hierbas del porche
No le pesa ni el hambriento acervo derruido.
Suena una armónica su lastimero son metálico
Desgajando cada sonrisa de mis labios visuales
Danzando al son de una lacónica cena sin sal
Y abro los ojos al cielo de tu danza sensual
Derviche de mis sueños, alrededor de tu trazo
Me envuelvo semejando mi torso a tus curvas.
Gritas… Abre los ojos, ya nada te puede
Parpadea, déjate enredar por la sincera savia
De un árbol que nada te pidió, y cobijo ofrece
Ya no rompo espejos, me enfrento a mi yo
Ofuscado son de torso de negro calamitoso
Mas me reconozco, me recorro por las fisuras.
Abre los ojos, hermano que todo es bello
Incluso el negro, al salir la luz azabache será
Jajaja, ríete de mi locura, es gratis y cercana
Carcajéate de mis dolencias menstruales
Porque si ella llora, me ahogo en su salitre
Sembraré estrellas, para que espigues el cielo.


miércoles, 25 de diciembre de 2013

Mi Pequeña Ave…

Mi Pequeña Ave…

Sientes tu piel,
Te nacerán plumajes suaves
Y desearás volar
Te aterrarán los miedos, te oprimirá el vértigo
Mas no temas
Ella, ellas, ell@s te asirán cuan polluelo tenue
En retículas atrapado.
Sentirás un vahído en la acelerada subida,
Perseguida te concebirás en la lucha habitual.
Tesituras advertirás, sostén requerirás
Entre futuros inciertos que construir
Edificio bello que se añora y desconoces
Sostendrás el nudo gordiano, sola creerás
En lagos y mares desiertos
Y bucearás en el pasado con tus amig@s
De tus esfuerzos, del salitre alzado en tu cara
Del dolor arrancado al tiempo de sirenas
Desleído cuan los corpúsculos de luz
Abrimos con nuestro apoyo, todo sin ambages
Llegas al final de una etapa
Solventas el nuevo latir, con el pecho enfático
De orgullo de saber superar los esquivos aires

Cuan ave pasajera, mi pequeña Ave.

martes, 24 de diciembre de 2013

Que OS Sea Bonito…

Que OS Sea Bonito…

Podría buscarte entre las aguas, y no hallarte
Querer recordarte y olvidar como era tu cara
Pretender asirme al aire, para volar contigo
Y claudicar ante las esferas brillantes del cenit.
Quisiera emular el roce suave del terciopelo mimándote a cada segundo de cruda realidad.

Beberme el río, si es impedimento a tu paso
Subir a la luna, decirle lisonjas hasta que brille
Para poder relucir tu rostro, con una sonrisa.
Hubo un día donde las redes prendieron el sol
Haciéndonos cercan@s, tanto, hasta tocarnos
Sentirnos a cada paso, sorbernos en el salitre
Consolarnos en cada torrentera derramada
Ilusionarnos con cada soflama esgrimida en Fa
Pues nuestro paso incierto, se hizo en melodía.
Sirvió para poner en nuestro sino esa luz
Increíble de llegar sin la suerte de la inocencia
Del pecho descubierto, de la verdad certera.
Asomaron resquicios, y solventamos las crestas
Arribamos a puertos lejanos, y estabas tú
Soflama de candiles radiantes, sonrisas plenas
Sabiendo ver el lado positivo de las cosas
Aprendiendo a olvidar la maldad, y lo nocivo,
Desterrando cada esquirla que se acercara
Y conseguimos ir creciendo poco a poco,
Flor a flor, de mimos a besos, en ojos nítidos
Por todo ello, no dejo a nadie en el escondrijo
Nadie de vosotr@s que disfrutasteis conmigo,
Y me hicisteis sentir el verdadero sentido vivo.
Ahora seremos libres, porque ataduras frágiles
Cayeron mientras subíamos, hoy ceñiremos así
Los lazos que nos une, para despejar la aurora.
No nombro a ningún@, porque tod@s tenéis
Ese vano en mi pecho, los que estáis, los ya no
tod@s alimentáis mi sabiduría, y me hacéis Yo.
Gracias por avivar mi fanal cada instante…
Que Os Sea Boooonito…

 ©Santiago Pablo Romero.El Caminante Y Su Sombra. Bluesman.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Otoño, Porque te marchas…

Otoño, Porque te marchas…

Arrecias la tarde, con fuerza del céfiro gélido
Asediando mi rostro rendido y cobrizo,
Me azotas cuan si fuera culpable
Y te me marchas, sin un sorbo de benevolencia

Quizás me hice fuerte y no te adoré
Tal vez acogí alguna vez, al rudo invierno
De brazos abiertos, o arrojando tu recuerdo
Al recodo de las desdichas, al lugar del olvido.
No, nunca dejé de sorber tu baile sinuoso
Para con las hojas caídas, renovador de savia
Siempre idolatré tu entereza resignada
Sabedor de finales y gestas, ajustes de cuentas
Sanador de espíritus silentes, apocados soles
No, no te vayas sin dejar un atisbo de soslayo
Una muesca mordida en mi regazo, una señal
Asida en el cristal del glacial acervo naciente.
He sabido de dorado atuendo, lívido cuento
De héroes caídos, y batallas perdidas, vivencias
Descorchadas en manos altivas, que cimbrean
En el andén donde te marchaste, sin volverte
Tan siquiera a dejar colgando un beso perdido
Un sorbo de saliva de tus befos, un roce artero
Al menos déjame un hasta luego, no desdiches
La cómplice huida de dos amantes ausentes
Un soniquete de tu alma de viento escorado
Y un arpegio forzado por la silueta de tus ojos
Vendidos a un océano de salitre escurridizo
Velando que una vez fuiste álgido señor de mí
Hasta delirar entre esporas de preñez foránea
Bebiendo del cáliz seco del candoroso despido
Mas no, no me digas adiós, ya tengo tu índole
Impresa en mis labios de cristal,el adiós queda.

©Santiago Pablo Romero.El Caminante Y Su Sombra.Bluesman.

viernes, 6 de diciembre de 2013

Mandela, De negra piel, de nívea alma…

Mandela, De negra piel, de nívea alma…

Largo es el camino
Entre la roca y la arenisca
Y todo llega
Rompientes de libertad
Se desgranan en las rejas
De un hombre amarrado
En anaqueles de hierro candente
Por aspirar a sembrar igualdad
Entre sus congéneres
Para dejar las diferencias
En el borde del mar
Único testigo que espumea los pies
Sin mirar el color
Sean infinitos los escollos rotos
Las cristalinas aguas teñidas
Con sangre de hombres esclavos
Rompiendo cadenas
En pos de un céfiro que resuelva la contienda
Para con sus hermanos
Sin miradas altivas
Designios de libertad suenan en la atalaya
Hoy se marcha la voz
El grito sonriente, la esperanza
Luchadora efigie de nívea cabellera ensortijada
Beneplácito para un espécimen unánime
Líder de los sigilosos vencedores
Porque dejan correr sus quejidos
Mientras las cuchillas desgarran su piel
Y no somos capaces ni siquiera
Devolver un reflejo de nuestro firme mirar
Pues a nosotr@s mismos nos da miedo
El desgarro que porta en su alma
La piel no es más que un adorno flagrante
De la derrota que se cierne en su interior…
Arriba un velero en los pantalanes del cenit
Salir a tocar las balandronadas
Ha llegado el que portó sobre sus hombros
El cambio digno, el sorbo de aura
La mescolanza estricta de una suma natural
Ante la explotación de unos pocos demonios

De clara piel, y negro corazón…

jueves, 5 de diciembre de 2013

Obsesión…

Obsesión…

Y de color trigal lleva su crin
Apenas dos palmos del suelo, y brilla
Cuan astro de cielo arrancado en teselas,
Por cuatro manos unidas por el deseo,
Arrebatando lo mejor del firmamento
Unas pequeñas motas de fulgente luz
Y así vives en mi iris, Paula, pequeñina.
Mas no eres mi única obsesión, dos más, tengo

Una, de Paz camuflada, en su altura de porte
Igual de soneto sentido, de Irene por dictado
Dejando esconder la sutileza de su interior
Peleando por ahuecar su existir frente a mí
Haciendo que el tinte no esconda mis canas
Vertidas por la sapiencia del tiempo, cruel
Nos hace alegres de conocer, viejos de llegar.
Así llego a ti, mi tercera obsesión, tú tango
Que de pequeño no llevas más que el nombre,
Honda profundidad me otorgas en tu mirar
De cordero entregado a mis fierezas dentadas
Llenando los resquicios que las féminas quedan
Pues hay hendiduras no más tú puedes colmar
Candor sentido, frenesí conferido, complicidad
Ya te digo, no soy la amanuense de este río
Mas sí soy las aguas que las vierte en tu lecho
Caos de obsesiones a tres bandas, obnubilada
Me lleva en volandas por el atajo del gozo.

©Santiago Pablo Romero.El Caminante Y Su Sombra.Bluesman.



martes, 3 de diciembre de 2013

Alado ser…

Alado ser…

Entre cruzadas de hombres
Y armas afiladas, deseosas de víctimas
Hube de caminar descalzo
Vestido de harapientas formas.
Desgañitarme en ágoras preñadas
De demencia y estulticia
A pesar de cargar belleza en mis manos

Y entregarlas en género no venal.
Mas un día de luciérnagas en la noche
Aposentando baldío, sobre mi rostro, una luz
Apareciste tú, desfalco del lustroso sol
Alado ser que curvas la línea del tiempo.
Manantial de etérea munificencia y sencillez,
Vivir intenso, entre verdes y fosforescencias
Asiéndome por el pliegue de mi piel
Valorando mi existir, alabando nuestro hallar.
Acantilados nos topábamos hacia el mar
Dislates de curvilíneas grafías nos crepitaban
Cuan barcos de madera escorada en tormenta
O brebajes desleídos sin pensamiento.
Transmutados nuestros compartimentos
En sumas de alegrías, de progresiones solares
Subimos cuan ícaros sin miedos, sin ambages
Asidos por nuestra rosa sin espinas, sin daños.
Milagro atinábamos a cantar y trastocar
Sin canto, sin voz, altisonantes ateas almas
Y sorbos de cicuta derramada, por adhesión
Resuena los lamentos de los ángeles, celosos.
Nunca dejaré que se torne la beldad tuya
En decrépito tiempo perdido
Porque ni Marcel sabía tanto de nosotros
Ni quiso buscar el nuestro, así sorbámonos.
Hoy hay vida en el otero luminiscente
Donde descabalgamos de los astros, a tierra
Mas nada podrá desdibujar nuestro viaje
El silente reducto de nuestras almas unidas.

©Santiago Pablo Romero.El Caminante Y Su Sombra. (Para Mar Sánchez, Un Ángel).


Imagen: Fortis est ut mors dilectio (El amor es fuerte como la muerte) Mar Sánchez.©

domingo, 1 de diciembre de 2013

El Grito…

El Grito…

Y ya suben los espejos
Lunas reflejadas en el lugar plano del lago
Se acrecientan aderezadas
Para ir al evento del año, al intervalo lozano.
Todos llevan el encapotado flequillo
Hoy se inicia con su bluesguitar, ante su peña
Bebe del ron fuerte, para evitar estridencias
Desea que su voz fuerte, rasgada, plebeya

Acaricie las sienes de las féminas
Y agasaje los rebosantes orgullos de los lobos
Preñe las quijadas de carcajadas pletóricas
Desaliñadas en desmanes de vítores
Alimenten sus caderas, sirva de plebiscito
A la noctívaga impureza de entregar al delirio
Cada uno de los mil sentidos naturales
Aquellos orgasmos de plenitud desgarradora
Él sabe que es alfa, entre los machos
Disfruta aguijoneando a la manada de fieras
Desdentadas desde su atalaya de hierba y mal
Apunta con su índice acusador al culpable
Desgarra las almas sin tocar, su palabra es ley
Las claves se trastocan en la noche gélida
Es el amo, el vociferante dueño, del Grito
Se asoma al alfeizar dilatado por la avaricia
Y truena como un aguijón que desarma
Los impúberes doncellas en la plaza saturada
Hay cachivaches desparramados en el fuego
Se desnudan los pechos, vierten las lágrimas
tod@s quieren tocarle, vive el frenesí
Se entrega, se acuesta grande, es el rey
Vuelve del desierto y está contento, se crece
Muerde la ventisca, suma su afonía violenta
Ya nada teme, ha descubierto su valía
Acicala su atuendo raído, se pliega en el cinto
Saluda, saluda, ve, eeey, eeey, eeey El Grito…

(Para El Chimbi, Grito de la Noche…)
©Santiago Pablo Romero.El Caminante Y Su Sombra.