lunes, 31 de mayo de 2010

HOY.Soy…

HOY.Soy…






Brisa lenta en la 


anochecida



Claridad de ideas, 


transparencia



Verdad, enemiga de la 


tranquilidad



Decimos queremos, 


mentira



Oír verdades, mentira



Mejor mentiras, envueltas en algodón



Como piedras acolchadas



Los ojos ciegos dicen querer ver, mentira



Verdad por favor, di verdad



Aún se hinquen como espadas



Mejor daga limpia, muerte 


triunfal




No a los desgarros ennegrecidos,



Por el infernal acumule de 


tiempo pútrido






Hoy digo lo que digo, pues soy 


viejo




No temo infernales consecuencias



Mi interior sufre en la mentira



Determinación tomada,




Nunca más mentiras como piedras acolchadas



Lanza o recoge la guadaña




Siega las briznas sobrantes de campo fértil



Más no digas, nunca que miento




Nada, nadie me obliga



Soy verdad, a pesar de Hoy.




Y en ello me va la vida…








Entrego mi suspiro al 


aire,



Pues en el aire se mecen 


las palabras




Se mezclan los aromas,




Se funden las olas en el 


mar




La brisa se encrespa, 


vendaval levanta la 


marejada




Miedo, pasó su tiempo




Ahora Soy, Hoy enfrento




La Verdad me sostiene, por ella muero.



domingo, 30 de mayo de 2010

Erase una vez…

Erase una vez…




No comenzó como cuento, comenzó en el asiento de un bar. Un niño, una mujer. Una bella e inalcanzable amiga, un pequeño e inocente amigo. Unas risas, otras más, muchas más. Confidencias antes, nunca hechas. Punzadas inexplicables al ver al otro marchar a otro baile, quedando al sentado niño, mirando, pensando, me debía de alegrar por ella, pero no lo hago. Me entristezco por mí. Por qué por mí, se decía. Soy sólo su amigo, debería querer su bien, quizás no me siento amigo, ya. Al siguiente estadio me subí, no debí hacerlo, pues de él, ella me podrá expulsar, además con razón. Ella me contaría, largo trecho después, sus no, sus sí pero no, sus punzadas laceradas. Un amigo, una amiga, un juego de caballitos, un tropezón divino, sangre, dolor y lágrimas, sientes y siente, quién rompe, paga y los trozos para casa. 
Miradas, confidencias, complicidades, conjeturas de algo que se fraguaba, sólo los corazones los veían. Bueno, y todos los demás. Ellos se miraban, ellos no se querían ver. Ellos eran amigos. Podrían metamorfosear esa amistad, pero las transformaciones son alumbramientos, partos donde puede haber dolor, donde puede aparecer la pérdida. A veces queremos cambiar al amigo, a la amiga, por tu amor. A veces mueren los amigos en el parto. Y dejar ver como los bailes transcurrían, y los aspirantes afinaban su puntería. Diana flotante donde subido estaba el amigo, que podría seguir allí, pero qué seguridad tenía, ninguna. Podría perecer en ese envite y además sufrir la pérdida total de amiga y amante. Una luz de septiembre, como esas que comienzan a ser más cortas, puso la señal de alarma al rojo. El triste y melancólico otoño, esperaba impaciente para deshojar sus árboles más bellos, acortar los encuentros, comenzar a perder. 

Era ahora o nunca, era un salto al vacío sin red. El premio merecía la pena, el riesgo de perecer, la alternativa era perecer lentamente en agónica mirada perdida en el horizonte. Palabras nunca tan agradecidas, como aquellas, a pesar del comienzo titilante, el chisporroteo de una luz insegura, los estadios eran muy distantes, podrían caer, uno al subir, otra al bajar. Decidieron arriesgar, sembrar y esperar a ver los frutos crecer. Pasado los otoños, llegan los inviernos. El invierno más cálido jamás soñado por él, por ella, por ellos. No eran amigos, eran Amigos, eran Amantes, eran el Principio de una Eternidad. Sueñan con ello, no dejarán de soñar con ello. Realidad se convertirá, luchan día a día porque así sea.

 

A veces se vacía un poco el cuenco de ella, él lo rellena. Otras, él se derrama, ella acude presurosa a su lado y regeneran lo perdido. Parece un cuento, podría empezar como un cuento. Erase una vez…pero decidieron que fuera una historia, su historia, nuestra historia…




Siempre rellenaré tus lagunas, con mi manantial.
 Al igual te espero como lluvia sanadora, cada vez que mi corazón enferme, pues es delicado como el tuyo, los nuestros.



No son más que palabras, pero es como mejor me sé expresar. Lo demás dejaré que la naturaleza nos ayude, pues existe la física, existe la química, desde antes de conocernos, como diría alguien para inmortalizar aquel encuentro con un acantilado por testigo…



sábado, 29 de mayo de 2010

Nunca.

Nunca.


Alguna vez, pues no soy perfecto.


Mi mente es mortal, venía así de fábrica.


En espejos me miré.


En reflejos, te sentí,


Indicándome.


Extrañada de mi entrega, estabas


Es real


Hace mucho ya.


Tuvimos crestas


Bajamos a valles


Recorrimos senderos


Caminos bacheados


Socavones de profundidad infinita


Escalamos montañas


Con nuestras uñas


Siempre cuando llegas


Iluminas con tu luz, con tu brillo


Eres Sol de mi mañana


De mi tarde, de mi noche


Pues metamorfoseas en crisálida


Para aparecer mariposa


Posada sobre mi lecho.


Nunca, nunca, sentirás dolor por mí


Nunca dejaré que te lastimen


Que te lastimes


Una vez, no más, se rompe un alma


Las otras son resarcimientos.


Nunca pasará un día sin tu aroma


En mi mente


Nunca, nunca dejaré que ninguna dama negra


Nos separe


Pues conseguí manos


Con almas


Ellas nos dan confianza.


Mares preñados de secretos


Nos rodean


Descubriremos sus tesoros


Compartiremos


Nuestras incursiones


En sus profundidades


Seremos cómplices del recelo


Y de los júbilos.


Juramos hace mucho ya


Unión de sentidos


No habrá despechos


La verdad está en nosotros.


Nunca, nunca habrá un nunca.


Nunca, nunca te harán


Ni te haré


Ni dejaré que te dañen.


Nunca.


Pues será, es, y fue desde el principio


Siempre. Siempre. Siempre.


viernes, 28 de mayo de 2010

Hoy sólo quiero caminar.Contigo.

Hoy sólo quiero caminar.Contigo.




Acercándome noté un influjo, un magnetismo que me hacía no poder dejar de estar allí. Volví la cara y de soslayo la vi. Había soñado vivencias como ésta. Ella con todo su porte extendido cuan pavo real, engalanada en su sencillez, altiva, majestuosa como en el firmamento osa polar. Mis ojos buscaban un atisbo de llamada, no la había. Podría esperar a otro, pero esas mariposas en mi estómago me decían, que no. Esas cosquillas removiendo mis adentros marcaban su dirección, mis ansias marcaban su dirección.




La había visto pasear, abrir camino al pasar entre gentíos de admiradores, su porte denotaba majestuosidad, cuan criada entre ungüentos de perfumista excelso, su lozanía marcaba estilo, creaba barreras ante inocuos adeptos, cuan diosa.




Levantó su mirada, un solo instante, el instante, el momento. Allí estaban mis ojos, esperando desde siempre, los mantuve, los mantuvo, una energía, sólo comprensible entre quienes la sienten, rugió como hembra herida tras el alumbramiento. Intensidad, dolor, pero cuánta satisfacción. Me prendí.




Muchos ratos pasaron antes de una segunda mirada, pero fue la definitiva. Lanzándome hacia ella, con mi caminar indeciso, pero firme, me acerqué hasta dos palmos de ella. Sonrió, levantó pausadamente sus ojos, perlas turquesas bañadas en miel, tuve la certeza que había descubierto mi tesoro.




Puedo hacer algo por ti, caminante, dijo con una voz danzarina, sonriendo y levantándose del poyo donde estaba recostada. Sus ojos ahora estaban a un suspiro de los míos. Tenía la sensación de que iba a decirle todos mis pensamientos juntos, pero mi asombro de verme allí a su lado, de sentirla titilante siempre, ahora tan clara, tan firme. No encontraba palabras. Una melodía surgió de su boca entreabierta. Un paseo de gracia te concedo, si deseas, caminante, hoy quiero caminar contigo.




Sólo veía en rededor mío una maraña acuosa, una neblina agradable, cálida, mi subconsciente me hacia preguntas mil. Estarás soñando, jeje.No puede estar pasando, es tu sueño, jeje. Sí, es mi sueño, sí es mi sueño. Ella camina junto a mí. Tan emocionado estaba que le contesté a mi subconsciente en voz alta. Ella sonrió más pronunciadamente, me decías algo, se rió. No, no, no, perdona es que, uau, es que… no sabía qué decir.




Bueno espero que sea de tu agrado mi compañía en tu paseo, te veo caminar siempre, como observas, como anotas, como piensas, como me miras…




Aahh bueno, perdona, no yo no, bueno es que…




No debes de ser tan tímido, me gustas también a mí. ¡Si!, no puede ser. Lo es. Pero yo soy un pobre caminante, sólo camino… y aprendo…




Eso no es poco, además hoy sólo quiero caminar, contigo. Pero mañana espero hasta logremos un fluido conocimiento de nosotros, habremos de destapar esa energía que sentimos, a ver a qué es debida…¿tú también la sientes?, uau es que… vaya, vaya y me sonreí, entonces esto será grande…ya verás.




Así lo creo también, por ello me decidí a que habláramos, te siento especial caminante, uau es que…No le salía otra cosa…




Les vieron pasear, sentarse juntos, muchos días, muchos meses…cuando decidieron poner en conocimiento su relación los únicos asombrado fueron ellos, pero porque todos habían dado ya por hecho algo tan claro…




Los días fueron meses y estos años…hoy día se les sigue viendo caminar juntos, de la mano, conversando y riendo…


jueves, 27 de mayo de 2010

Entre tus Manos.

Entre tus Manos.





Siento tus dedos recorrer mi piel, ella responde como erizo defensivo, inhiesta las agujas protectoras ante la incertidumbre. Sabedora de ello, los haces bailar al ritmo de la melodía que hace girar el mundo, notas de la vida. Aprietas cuando debes y acaricias cuan sabedora eres de la delicadeza del instante.




Acaricias mi rostro con tu mirada brillante, iluminas mi existir, con cada sorbo de aire que me transmites. Me sabes buscar los elixires dentro de mi interior, los mismos que yo pierdo y no encuentro, esos que a veces me hacen grande y otras me hunden en la miseria más atroz. Eres exploradora de lupa en mano, para no dejarme escapar ni una mínima rendija donde me pueda cobijar ante el miedo. Me incitas a la fuerza, a la valentía, me llenas de grandeza, qué sería sin ti.




Aventuras y desventuras, corredurías ante tanta injusticia, debilidades ante tantas calamidades, humillaciones del cuerpo ante brutalidades fuera de nuestro alcance. Pero mi alma fortalecida por tu arenga, por tus vítores, por tus alabanzas, dios me quieres, dios me tendrás, mi afán será satisfacerte.




Tus manos premiarán mi ser, pues de ellas nacen mis asideros. Tus manos soga pueden ser, en cambio timoneles del barco que te entrego son. Marcas el parsimonioso caminar de un sendero trazado y compartido por tantos sabedores de la dirección hacia la verdad. Ella nos hará grandes. Y vuestras manos entregadas sin pedir nada a cambio servirán para formar la telaraña protectora de todo el necesitado. Es la cordada que nos llevará ala cima juntos, todos unidos en un solo sentimiento.




El verdadero desprendimiento hacia los otros en los momentos en que le vemos atrapados en el fondo de la ciénaga. Esa entrega de la vida a cambio de otra vida, en apariencia ajena y distante, nos hace merecedores del gran maná. De la promesa eterna de la Amistad. La prodigalidad de esos corazones que se caracterizan por su sensibilidad ante los faltos, se convierte en un trampolín que nos lanza al vacio sin red, porque tenemos la plena confianza en que esas manos estarán allí para recogernos.




Agradecido es el interior que se ve amueblado con tan preciado tesoro. Ínfimas son las muestras de posible acción ante tamaña ofrenda a un simple mortal.




Esas manos que ofrecieron un vals en el momento que deseabas bailar. Te dieron pan cuando necesitabas ser alimentado. Te agarraron con la fuerza del bárbaro para que nunca ella dudara, ni hiciera dudar lo más mínimo a vuestros espíritus, combativos al unísono. Te consiguieron sacar unas risas en el momento más triste, pues sabedoras de tus secretos, son capaces de encontrar tu punto justo y necesario momento.





Entre tus manos, vuestras manos, mis manos, podríamos entretejer la red más grande jamás soñada. Protectora de todos los que quieran estar, entre nosotros.






Fantásticas manos, congratulations.