sábado, 25 de junio de 2011

La Presea…


La Presea…
Esfuerzos, estiramientos, bríos
Cuellos císneos, pescuezos jiráficos, cervices indomables
Velamen extendido, lucha en el rugido
Torpedo regido por el movimiento monótono
Rompientes midiendo sus bíceps
Poliamidas corredizas, cabrestantes enervados
Desfallecimientos y arpones lanzados al vacío
Férreos asideros en botarates arrojados
Brillo perseguido, flashes, lugares en el entarimado
Un cuello, dos garfios, tres palmos anudados
Añoran, desean, asesinan, por la presea áurica
No comprenden, no aprenden, no saben
Desconocen el valor, la hermandad del cielo
Unido en el horizonte, fraterno océano, hombre delfín
Privilegio, de saberte señora, entre redes, cuidada
Es mentira, silban los vientos, chirrían las cortinas
Qué saben, de verdad y mentiras, pobres zurcidoras
Planchan la vela con la que nosotros nos tapamos
Tras entregarnos en el intenso combate vívido
Reciprocidad de envites, en nuestros abrazos fornicadores
Desnaturalizas cuando jadeas, timas cuando braceas,
Son falaces encuentros en las retinas reflejadas, ilusos
Nada ven ante las preseas, tú sublime Presea, Mi presea.

viernes, 24 de junio de 2011

Tocaré el Cielo…

Tocaré el Cielo…
Si elevo las vivezas al pañuelo celeste,
Se abren las portezuelas
Se colman las ansias de incógnitas
Encojo mi pequeño cuerpo curtido de aires y lluvias
Escondo la cabeza entre mis hombros
Cuántas preguntas, sin respuestas
He de crear algo, un asterisco donde anotar
Un subterfugio de la elipse circunspecta
Mi mano quemada, entre piel oscura y huesos artríticos
Agarro un puñado del ceniciento domo
Me vende la falacia entre hostias y cera requemada
Unos ungüentos, unas pócimas ácidas y desabridas
Unas guadañas de hierbas y acero herrumbroso
Y me doy cuenta, que todo es desazón
En el balancín, aquel que chirriaba en tus embestidas
Cabalgando en oníricos sueños de Oestes polvorientos
Conjunciones de unión sempiterna, inadmisibles
Destrozando la pieza, esa que adhería
Ese cristal frágil en el centro desviado del pecho
Algo más, gritabas, atisbo acrecencia
Y todo el cielo, devuelvo al comienzo aquello
Desecaré el manzano, no quiero más costillas portátiles
Ni sabiduría, sin bóveda que me llueva
Si el pecho se quedó vacuo.
Sí, doy. Sí, algo más.
Un tiesto colmado de turba y semillas
Hundiendo mis dedos, removiendo, rebuscando, encontrando
Ese poco de ti, que el aire, no esparció
Y regaré, regaré, regaré…mirando la estela dibujada
Ese tubo metálico y hueco, que te llevó en las entrañas
Dejando el balancín removiendo suturas…

martes, 21 de junio de 2011

19.16-21.06.2011…Es la Hora…Atentos…


19.16-21.06.2011…Es la Hora…Atentos…
El precio sube, la cotización se eleva, los granos se cuentan, el silicio caliente comienza a cotizar. Los alocados y aguerridos luchadores del metro cuadrado, amanecen temprano. Se portan, de sobrillas y hamacas, libreto o revista y colonizan el metro cuadrado apetecido. Casi al vislumbrar la mañana, cuando aún ni parece arena de playa, su gélido contacto nos hace revivir un terreno marciano.
El reloj, desliza sus últimas gotas, caen en el reguero del final primaveral, mengua el recipiente de las flores, caen en el regazo de las rosas marchitas y preñan, colman y rellenan las enaguas vaporosas, los afeites sobre la piel y los morenos vitaminados con D, de tueste. 
Las inmensas piedras recogen a la multitud que idolatra al astro rey, en el máximo apogeo del solsticio. El ritual onírico, el reverbero de esos rayos entrecruzados por las escalinatas de la subrepticia señora pétrea, regocijando las almas de los siervos de la belleza natural, Stonehenge se viste de gala, el mayor día, la eterna sombra es corta, el diluvio de luz casi hace olvidar la señora oscura, la madre del silencio…La luz, el color y la brisa cargada de melodías rompen la tarde.
Otros locos, preparan las maderas, el mar, la arena cálida del día, las transparencias, los blancos ropajes, los cuerpos entregados, las idolatrías a Baco, 
el repliegue circular sobre las hogueras, la liberación de las almas, el final de los malos augurios entre ceniza, llamas y humos estentóreos, se acerca la corta noche, disfrutémosla, arribemos nuestros cuerpos cuan si fueran galeones, a las orillas, al encuentro del mesador por excelencia. Al que nos devuelve al salitre, nos limpia los cuerpos y nos enseña nuestro verdadero tamaño.
Nos creemos rejuvenecidos, higienizados, de nuestros males. Dispuestos a comernos el mundo. Afiladas nuestras tablas, para bailarlo, recorrerlo sobre su encrespada superficie. Haciéndonos parte de él. Respetándolo, incrustando nuestro pequeño alerón en sus tripas, mas, sin provocarle espasmos, siempre a su favor, sin contradecirle. Sólo disfrutándole.
Entonces, cuando todo parecía Jauja, aparece él. El dueño y señor, el que nos apunta. Él sabedor de nuestro dulce continente. Él pequeño y diestro. Él ágil y fuerte, de espolón aguzado, preparado para indicarte. 
Cuídate de mí, jejeje…porto líneas en mi lomo, soy hermoso señor de los escondrijos, manejo las ondas de mi instrumento, me hago partícipe de tu elixir de vida y si te me enfrentas, saldrás perdiendo, jajaja…pero si nos respetamos, habrá elixires para tod@s, para vosotr@s pequeños bípedos, y para nosotr@s señores aleteados del espacio, donde la marisma crece…
Bienvenidos al día de larga luminosidad y cría oscuridad…
Estáis en mi estadio…jejejeje

domingo, 19 de junio de 2011

Miles De Pieles, cubren tu Garganta…


Miles De Pieles, cubren tu Garganta…
En un rincón, un saxo silencioso llora
Pues no siente sus labios, no nota su aire
El brillo se cubre de una pátina oscura, invisible
Un desgarro, un Jefe que no soporta las lágrimas
Una orfandad, alegre, pues el camino marcado, es grande.
Una sonrisa en nuestras bocas, un raudal salitroso en el rostro
Un rasgado araña la noche, y nos adormece.
En el otro extremo, una brisa, su brisa acompasada
De saxo quebradizo, de ronca voz, alienta las voces
Miles de pieles recorren el asfalto, manos untadas de nívea corteza vociferante
No temen las agujas, saben que no caerán sobre el aglomerado
No caben, entre los cuerpos, miles de pieles cubren al unísono
Su voz, unas gargantas, cantan en un solo grito, La Garganta.
Hartos de ser inculpados, la pacífica aptitud con actitud pacífica
Demostrando al mundo, los aires que recorren los altares
Algo está pasando, los ignorados, están siendo temidos, escuchados
Su presencia está en las calles, están llegando a los despachos
Los políticos y mandatarios, magnates del Olimpo tirano
Saborean sus copas de la tarde, con el parloteo de los indignados
Esos que son rechazados, esos que son queridos, temidos, mueven a la chaqueta, a la chancla, al botín y tiembla el Susodicho.
Ajustes, sí claro, quién no quiere ajustes, pero esta vez, ustedes
Súfranlos ustedes, señores del señorío, valedores del betún
No manden a los centuriones, mercenarios de pecho enlatado
A sembrar cizaña, dejen abiertas sus ventanas de balcones enriquecidos, escuchen el saxo silente, que hoy recordarán 19.J.
Neptuno es testigo, lanzadera de la antorcha de la indignación y la libertad pacífica. Las Otras la siguen y escuchan el saxo rasgado.
Tomen nota señorías, el viento sopla bajo, es brisa, refresquen sus ideas y no provoquen los tifones, que el estómago vacío y el pie en el cuello, levanta tempestades.
Hoy, la pátina cubre el cielo, el sol brilla y calienta los corazones.

viernes, 17 de junio de 2011

Sonríe la Mañana…

Sonríe la Mañana…
Asómate a la ventana, saca la gañola
Sí, no lo parece, pero es cierto
Está todo recorrido por una pátina de pasión
Y te atormenta las sienes, y te oprimen las legañas
Miras tu escuálido cuerpo, reptas hacia la cama
Un pinchazo sientes, el reloj se arranca, se dispara
Todos los mañanas iguales, horripilantes
Mas, no, ésta es distinta, dejaste la onda encendida
Suena mister mano lenta y el rey, el verdadero, el negro
El caminante, el sonriente, te fustiga para que mires al cielo
Diluido parece en granadina, pegajosa, un vaso lleno
De filos azucarados, y te arrancas una sonrisa dolorosa
Rasgan sus voces, uno tras otro, tienden sus manos
Ya no te sientas triste, no pues el cielo está adornado
Vestido para recibirte en la mañana, los pájaros saludan
El quiebro del trinar mañanero, te anuncia sol
Tu cuerpo recibe el agua, fría, matinal, relajante, abrazándote
Te calzas las sandalias, las telas vaporosas y tu cuerpo grita
El mundo quiere de ti, te desea, no estés triste
Hoy es una gran día…es rojo el amanecer
Y las aves, ya no son de metal
Amoldan sus cuerpos
Te saludan…Y los girasoles giran sus cabezas, al verte pasar.

jueves, 16 de junio de 2011

No Voy A Hablar Del Eclipse De Luna…

No Voy A Hablar Del Eclipse De Luna…
Alineamientos en las bocas de tod@s. Será pletórico, ululan las gargantas, toman posición frente al lugar, esa platea donde se engalanará a la diosa de la noche, donde se cubrirá y se desvestirá, se miran los voyeur del encuentro. Entre tanto yo, No. Me dedico a prepararme para el aprovechamiento insano, dirán. Atemporal, envidiarán, y repudiarán, otr@s. Su influjo notaré mientras te desvistes, tú, Luna. Ella se sacará su envoltorio, su espuma, su fragor y su láctea esencia, se me mostrará lasciva. Me salivará la boca al verla allí, abierta, entregada, deseando la penetre, le sorba el dulce emolumento que es su carne, suave, vaporosa, turgente, muy duro, al entrar en el sinuoso contoneo, duro muy duro. Unas fricciones, unos envites, unos segundos, unos soplos cálidos en las zonas más sensibles, y su jugo aparece, lubrica las capas más externas, envuelve su dureza y se entrega. La miro, me mira, se me abre, me grita en silencio, con sus sonrosados colores, me susurra, entra en mí, saboréame, cómeme, toda. No quedes nada de mi carne, éntrame esa máquina de penetrar, de arrancar sabor y ensoñaciones de deseo. A medida que tod@s, en la calle, reían y cantaban vítores. Yo me bebían su esencia, me relamía por lo que ell@s no saben, se están perdiendo. L@s que se creen partícipes de un momento especial. Ell@s que se les quedará la boca seca, los ojos obnubilados, la desazón de no haber sido para tanto.
Mientras, tras la cortina, vaporosa, nosotr@s, ella y yo, relamiéndonos de nuestro escarceo perfecto. Esas doradas cumbres, entregadas a mi lasciva lengua, ese oscuro secreto del deseo, mordido ardientemente por mis incisivos, con ansias y al final cuando todos gritaban: se ve el cielo rojo. Aquí ella me entrega el carmesí, el culmen, el colofón y grito sí, sí, sí, se acabó. Qué gran obra, que pletórico momento, este elixir del que participamos juntos. Tú, la excelsa copa, preñada de dulce y leche, con corazón de chocolate y fondo de fresa. Me has llenado el alma. Y entre tanto tod@s los demás hablan del Eclipse de Luna, nosotr@s nos derretíamos el uno a la otra. Qué riiiiica, coooño.

lunes, 13 de junio de 2011

El Ocaso de los Tabúes…


El Ocaso de los Tabúes…
Querían tela sedosa, para su chaqué
La mejor madera de palo santo, para su efigie
Y la mejor fruta fresca, todo por un puñado de grano
Disconformes nos quedaban las escuálidas fárfaras, a qué
Y el estío trabajó duramente, acrecentó las larvas, inundó
Creando nubes de voladores aguijones y no hubo cedazos
Se habían gastado en velos de regias estirpes y alcobas vacías
En el río seguía creciendo el lodazal, cubriendo los pies descalzos
Intocables señores de pedestales sin palabras, y plúmbea coraza
Horadando sus cimientos, cegados por el brillo áurico de su báculo
No hubo antídoto, morir matando, sin reconocer el descenso
Sin atisbar sus vanos vocablos, sordos de entendederas
La hoguera de palo santo, el pedestal fraguado en llamas vivas
El ocaso de los dioses, en su propia trampa de lujuria y prepotencia, y aún en la pleitesía del vencedor, no respira
Alienta su último respiro en dura confrontación y leña molida
Mas no importa, el aroma impregnado de la combustión maderera de los pedestales, alienta el grito desgarrado del hambriento, se acabaron los Ídolos, es el momento de las Personas.
Cuela tus patas en el baúl y emprende el viaje al otro lado.

jueves, 9 de junio de 2011

Estoy…


Estoy…
Siento mis pliegues, arredrarse sobre mis huesos
Languideciendo al observarte, perdido
Un fósforo rompe el silencio del despertar
El fogón ulula, licuefacción de síncopes deseados
Mis cuencas se desmoronan, llena de últimos hilos
Un tejido fibroso, delicado, esperanzado sobre tu cuello
Estoy, contando los pasos de esas tachuelas desgastadas
Invernando tras la desidia, al abrigo ficticio de la rebeldía
Un expectante sin delirio, una espera en desespero
Mi chal de lana, ya no me abriga, tu chupa te desdice
Aún queda tiempo, para mirar la mañana
Ensordecedor amanecer increscendo de color, luz y sabor
Unos raíles sobreseídos, un proyecto, la hierba vuelve a crecer
Ese ramillete de violetas, recogidas en tu mano oculta
Me enardece, colma mis suspiros, son las doce aún, todo comienza, un recorrido completo, una nueva vida…
Siento, que estoy. Sientes, que estoy. Estoy…

A desayunarnos la vida…


A desayunarnos la vida…
Aún  dura el cosido, en mi piel
Huella del último encontronazo
Mas no sirve de recuerdo, ya lo olvidé
Quiero encontrar, escalar, arañar, rasgar
Un diminuto avance, un gran retroceso
Unos largos a libre, unos no tanto a mariposa
Una patera, quebrada en una playa
Una noticia del suicidio de mi mejor amigo
Una fallido fratricidio del tirano soliviantado
El calor del cogote, otrora cerviz de cisne, ígneo
Tontos inmaculados, nos tildaban, quemando nuestras fotos
Guantazos de frente ante el paredón de centuriones blindados
Mas un vientre preñado de ilusión, cada mañana
Un resquicio extirpado al ínfimo recuerdo perdido de nuestros pasos
Los labios doloridos, tu sonrisa, la emoción del niño
El dedo sorbido de rojizo ser, en el índice de la niña rosada
Pasos, que nos alientan a hacer el día mejor que ayer…
Bonjour chic@s, a comerse el mundo, que es nuestr@...

martes, 7 de junio de 2011

El Último Pecio…


El Último Pecio…
La oronda preñez de la luna, me incita
Está cargada de hijos de los hombres, cráteres
Empuja mis aguas y ahogarme desea, pleamar
Levanta rompientes insalvables, calabobos incesantes
Maderamen crujiendo en un esqueleto viejo y quebradizo
Suenan las tánganas de mis rodillas, decadentes
Las telas se cuartean en jirones de vuelta a sus hilos
Primigenios augurios, hilaturas creadas, cuerpo de polvo
El capitán se negaría a abandonar la nao, en maniobra certera
Cuan cobardía, ratas de primera corretean las amarras
Sonaban campanas de tesoros encontrados y dientes rotos
Transmutaciones de oro en pecio, de bergantín en túmulo
Las almohadas ya no retienen sus plumas, mil batallas perdidas
Risas contagiadas, rifirrafes de cuerpos prietos y entregados
Lamentos, gemidos y labios sorbidos, y llega la vértebra sesgada
Un nervio, una comunicación, un cuerpo es flor, bella flor
Mezclando en la inmensidad del mar sus gotas insignificantes
Ella sonríe, altiva, sabedora de su venganza, la bruma la viste
La engalana, la desnuda y ella se muestra certera y traidora.
La espalda toco en el cieno y me transmuto, ya no soy tu tesoro, soy el último pecio de tus descubrimientos.

domingo, 5 de junio de 2011

La Carta…Hoy llegó.


La Carta…Hoy llegó.
Unas líneas, por compasión
Recogía en mi pecho, contando las agujas
Esas, que tamizadas por el vidrio protector, caladoras
Sabiéndote en aquella zanja, hundido en la ciénaga
Timando cada segundo a esa señora, cruel y devastadora
El plúmbeo cielo, no es tan gris, el color metálico, supéralo
La imaginación, crea trincheras, entre terreros parapetados
La realidad te parapeta en el fango sin sacos, ni pan y mucho miedo
La pluma desgarró el húmedo papel de envolver
Señalando los vericuetos, ocultando las penalidades, sonriéndome
Lleva impregnado el aroma agrio del estoicismo desgarrado
Te saben, viendo mi cara en una sonrisa mentirosa, gota a gota
Sonríes en la distancia, cuentas que me sabes esperándote
Con las bragas a medio quitar, las medias partidas
Tu, guasona, fantasía, la que me dices en los sesenta segundos semanales de teléfono tercermundista
También te quiero, quedo lo más seca, que mis ojos me permitieron, la carta anudada con el lazo de seda rojo que reunía mi cabello, aquel día que te marchaste, quedándome los labios resueltos en una explosión de lujuria y deseo…Te espero.

miércoles, 1 de junio de 2011

Rubias…


Rubias…
Abro un ojo, después otro, parpados reacios
Preparo la danza del vaivén, por eso de ayudar
Una cunita, dos, y ale hop arriba
Chanclas, dedo gordo, capitán y el otro azulado
Por el pisotón, del puto niño, la madre que lo parió
Ya de pie y dispuesto a arreglar el mundo, me dirijo
Todo recto al chiringo, Jacques, yes…Y aparece la primera rubia
Son las dos, buena y perfecta hora, claro, ese olorcito aahhh
Esas gotas rezumando, llorando sobre el esmerilado cristal,
Con su asa y todo, para afianzar su cuerpo frente al tuyo
Esos labios entreabiertos, y esa nívea espumosa, seguida del dorado manjar penetran en tu ser, aahh
Y todos miran a lo lejos, allí donde se pierde la arena y llega el mar, allí donde dos montes bien prietos se balancean, piden miradas, y es que la chica, o el cirujano, son unos cracks.
Llega la hora de rematar el pescaíto frito, y esas gambitas de gabardinas blancas, bellas de Saltés y la rubia, para entrarnos a la segunda, entre tanto los parroquianos encontraron al culpable.
Aquel que le puso los cuernos a nuestra rubia, esa bella y valiente, redonda y brillante al sol, al menso recién sacada, que no ese euro que no tiene ni nombre, igualito la Pela…
Qué bien cuando la Pela era la Rubia, uys, tampoco se está mal.
Bueno después de rellenar esas servilletas, blancas blanquísimas del servilletero promocional, raspado de letras de bolígrafo prestado, no tenía una pluma el barman, joé, que poco glamú.
Sin percatarme me salió un recuerdo de aquel amor, de aquella que me dijo Siempre, Siempre, para siempre, o será que sonaba un tío de cojones, ese tal Leonardo, que escribe a todo y bien.
Y es que hoy además el príncipe le ha dicho que lo va a hacer hijo de predilecta valía, o algo así, será que no empezó a conocerlo hasta ahora que le van pasando los cuarenta de largo.
Y yo miro al mar, y miro a la de los pechos prietos y me miro en el bolsillo, y recorro los agujeros mientras me encuentro esa redonda pelilla y el pensamiento se me enturbia.
No sé porqué pensé en que rubias hay muchas, pero sin haberla conocido, cada vez que siempre escucho y pienso en rubio me aparece la octogenaria y mitad que podría ser, el mito. Será que sus montículos desaforaron a muchos y tantos, será que Marilyn era mucha diva y mucho que se yo, que se tú…
Pero no importa, me trago los posos de mi última rubia, le suelto las rubias al barman, miro la rubia de la playa y pienso en Marilyn, diciendo Siempre igual que Leonardo, les digo baybay.