domingo, 29 de noviembre de 2015

De Nuevas en Buenas…

De Nuevas en Buenas…


Y llegan los fríos,
mas a nadie parece importarle
las madres de antaño,
las madres de ahora,
los padres sonríen, no saben qué decir
y entran en calor
mas a nadie parece enrojecer las mejillas
han visto crecer
disfrutar bajo el influjo de la luna, ese sol
sí, esa estrella que a sus ojos, refulge
más que las demás…

Y estamos enfilando el término del undécimo mes
justo cuando las marañas del rocío
se visten de pequeñas flores de nívea y rosácea cantinela
alientan a subir los peldaños
acompasar el vinilo de un blues que a ritmo lento, grita
se alegra, invita a la fiesta
y estamos llegando al final de un principio
ha nacido de sus vientres, el anhelo
la vívida sapiencia, la buena nueva
se les ha quedado la cara de pez gato, con los ojos bien abiertos
con los vellos encrespados,
el divino concepto de la satisfacción, encendido
hoy te elevo sobre las cúspides,
me congratulo de tenerte, de darte la bienvenida
por mostrar la alfombra delante de mí
colmada de casuísticas con o sin sentido,
no importa
y me acerco a tu madre, a sus madres, y vivo esta entelequia.

Y ya ahora me hago levar las anclas
en un barlovento ilusorio
con el pecho henchido
por darme gusto, por colmarte de gozo,
he venido con los brazos abiertos
el sombrero en la mano,
la danza entre los dientes,
el sigilo en la sonrisa, y magnanimidad del amigo
para dedicarte este canto, este blues azul
nacido de un instante, ese aguerrido quejido de la fémina excelsa
de todas las madres, de todos los padres
en el reclinario donde bebimos de la copa alzada de la victoria
sabernos ungidos por el sorbo perfecto
y simulados en el mejor de los deseos
una sonrisa manifiesta, unas comisuras generosas
y la curvilínea estancia donde todo cabe, y todo es sutil ofrecimiento.

Feliz Día, feliz año, feliz vida… Va por ti, sí por ti…

©SantiagoPabloRomero.Bluesman.
Imagen:Olina& JacqPaRo.

Music: Catfish - John Lee Hooker - More Real Folk Blues

sábado, 28 de noviembre de 2015

Añorando a la serpiente…

Añorando a la serpiente…


Escogí una tarde de sol generoso
para pedirte asilo
a la orilla del azul ceniciento
donde tu carisma
sabía, me otorgaría savia creciente
un diluido compás
símil al oleaje
o la conversación modélica
de un transeúnte solitario
y su sombra
siempre delante de él
justo hasta el anochecer
cuando ella se retira, y sugiere
el momento de transmutar
a cuervo del embrujo.

Llegué con el rostro frígido,
abofeteado por la garante y gélida brisa
ella descorrió la cortina
donde yacían los sueños,
supe que asomaba el burbon bañando mis labios,
en rededor los cuerpos inertes flotaban
buscaban asiento
un susurro, dos roces
incluso, con suerte, dos alaridos o dos besos de rojo carmín.
Sus ojos danzaban desde mi pelo encrespado
hasta las puntas de mis botas sucias
de lodo, de podredumbre
y se escuchaba el tambor del revólver, girar, y girar
mostrando cada punta redondeada
de aquellas seis balas de platas.
Habían oído aullidos de licántropos con piel de cordero
el mismo día, de su puesta de largo
un rugiente acorde de guitarra desvencijada
mas a nadie le importó
a él, menos aún, sabía que tras las rejas
ninguna ninfa hallaría
si no mostraba la entereza del perdido, del olvidado
y en ello se desgañitaba
soltando espumarajos ahuecados muy cerca de sí
por la añorada serpiente,
donde mismo se escuchaba un cascabeleo mortal
de necesidad.

Sus mejillas amoratadas dejaban entrever
un reluciente amor
por los cuellos císneos, y entregados
por las corrientes más vivas
por el desvarío solitario
por vestales con ganas de descubrir
por neófitos del azar polivalente
que la noche destruye, o alimenta.

Subí, en mi candente águila, con cachas de marfil
tomé la nacional rumbo al pico del séptimo punto
y apreté el puño, abrí gas
dejé aun flotando un rancio olor a azufre
bajo las volutas de la hierba ardiente de las cachimbas
agradecí el cántico de las estrellas
abriendo cielo lleno de andrómedas, y osas polares
sin vampíricas damiselas
ni espejos rotos, supe del dulzor del almizcle en tus labios
perdí la noción del mundo
pero supe redimir mis culpas justo antes que cantara el gallo.

Hay una torre donde los barcos buscan una salida
hay un horizonte donde el sol se cobija para descansar
hay un sabio donde el león busca el regusto de aprender
hay un niño donde mi alma se esconde con ganas de crecer
hay una barra donde me esperas con la atención inminente
hay un consuelo frío en un ático de un rascacielos impersonal
hay mil puertas gritándote, la salida está aquí, dentro de ti

No comprendo tu ilusorio secretismo
todos te han visto subir al monte
y corregir el vuelo del águila
amamantar a la serpiente cuando dibuja sinusoidales
acarrear los cuerpos inertes desde las cunetas
amartillar la espoleta que prende la pira donde caen las ilusiones
dejarte juzgar por el ignaro
cortar el viento a pecho descubierto, sin miedos
y morir bajo las cenizas
y resurgir con el brillo de la alianza, del acuerdo efímero
y ganar, y ganar, y ganar
y no reclamar ninguna presea áurica, ni de latón siquiera.

Amanece en la escollera
el rey pescador despliega sus sedales,
los garfios quedan al aire
dos plumas dibujan un zigzagueo tranquilo sobre las aguas
una danza prodigiosa
salta, quiebra la ola pequeña, cabalga la gigante
cimbrea cual soltara y recogiera, el brillo de la luz
arranca trozos de destellos

me detengo a observar
a pintarrajear en un papel húmedo por el vaho del mar celoso
nacen mil grafías
otras tantas ideas de hilaturas sin nombre

comprendo tu dicha, al no esperar nada
porque todo valor
es relativo, un portento de lengua gruesa, lo describió
nada es verdad ni mentira
hay goznes grandes en puertas pequeñas
barcas inmensas sin marinos
o macetas sin flores
mas por ello no se acabaron los libros, ni la primavera
dejó de fluir

ya sé, ya sé, divago y claudico bajo la intemperie

pero qué más da, que da lo mismo, hoy quiero saber quién soy
y me dibujo por el ojo avizor de un pincel entregado
que reescribe mil biblias, o mil años de soledad
conjugan una rayuela sin números, ni cielo
acaso llegue un ramillete de flores anodinas preñadas del mal
sin nada que decirte
menos aún, aconsejarte, yo el menor de los jardineros
te ofrezco la conversación entregada
del añorado instante
compartido con la serpiente, antes de vislumbrar
el circular infinito del águila
volviendo al redil
donde las luces de neón asienten, anotan las horas
en el mismo perfil
sí, el perfilado espacio donde tus labios me descubrieron
y desde entonces
me asemejaron al trance de un derviche en el enésimo giro
al parar en tu regazo
tierno manjar de algodón dulce, y mordisco de miel.

Que el limón acidifique mis belfos, bajo el influjo impertérrito
de un dulce aldabonazo emergido del latente brío de tu interior.

©SantiagoPabloRomero.Bluesman.
Imagen:Olina

Music. The Doors. L.A. Woman.Full Album

Tómalo, tal cual…

Tómalo, tal cual…


Igual que vino
se irá
una gota de plomo derruido
ha caído cerca
cual si quisiera herirme
menospreciando la vida
sin comprender
que vivir queda lejos de un mero respiro

igual que llegó
el sol
se antoja despidiéndose
ha sucumbido
al atardecer del pintor paciente
vencedor de una batalla
aun siendo sabedor
del valor efímero de su pincelada
gusta de sentir
el instante

igual deglutimos los días
que zozobramos
en rugidos de una voz sin lengua
acogida a los gritos
del silencio
sin arietes frente a las puertas abiertas
claudicando
al generoso barrunto
de una mano que cascabelea
bajo el andar impertérrito de un caminante
sobre las piedras

igual es existir
coger dos bocanadas de brisa fresca
oler las flores
justo ahí, donde nacieron
sin soliviantar el granero donde yacen los jóvenes
debatiéndose entre arrumacos
y justificándonos
cada vez que bebamos para olvidar
porque el tiempo
sigue derramando gotas de su estirpe
para sazonar nuestro quehacer

igual, déjalo marchar
no toques nada
disfrútalo sin esperar nada a cambio
y el destino
caprichoso hacedor de embelesos
transmutará
el polen en miel
cada gota de rocío en sed del longevo
el azahar en fruto carnoso
y nuestras ansias de lograr
en rincones preñados de gránulos rojos
vivos, vivos, muy vivos…

Por ello, déjalo estar, vívelo como venga…

©SantiagoPabloRomero.Bluesman.
Imagen:Olina

Music: The Doors,Take it to as it comes.

jueves, 26 de noviembre de 2015

Puentes…

Puentes…


Río abajo
tomé un meandro, esquivando la maraña
no quería encontrarte
en el reflejo de mi recuerdo
sobre las aguas.
Subí a la pasarela
y detuve mi paso, sí
donde tú me sujetaste un instante
trastabillé, vi unas fauces desconocidas, macilentas
en la corriente cristalina.
Era mi piel, carcomida
por mil tropezones, noche tras noche angosta
jugando a morir
intensamente bajo la danza soporífera
de humos y alcohol
bañando cuadriláteros de dureza efímera
cual si marcaran mi desatino.
Puentes y lianas
generosidad, amplias miras, brazos tendidos
una voz rota
circunvala todo aquello que nos importa,
acaso las explosiones no terminen
mas no por ello dejaremos de vivir
el minuto, el segundo
siempre habrá un reloj que toque nuestra melodía.
Eras tú, ella
humanidad, te desnudabas
para mostrarte a todos sin menosprecios
abriendo las puertas de un mejor mañana
alaridos se escuchaban tras los montes fangosos
con olor a azufre corrupto y cemento deshilachado
eras tú, Humana existencia
y yo, el otro, el hombre, el hermano, el caído
el vencedor de una guerra sin final
te tomaba en mi regazo
acariciando tu pelo, cerrando tus párpados cansados
dirimiendo mis culpas
canto a canto, igual que un blues en la tarde plúmbea
de una hornada de cristales rotos, de cuchillos largos
sigo soñando, y duermo, y duermo, y duermo
igual que un jardinero mimo tus pétalos
porque quiero despertar
deseo despertarte, justo sí
cuando los puentes estén erguidos, y paseemos
sobre ellos, un día
de la mano, sonriendo al otro, sin saber de colores de piel,
sin pretensión de dioses verdaderos
ni órdenes, ni súbditos
ni siquiera arrumacos requeridos
sino gentiles susurros escritos por una brisa improvisada
y eso sí, un mundo preñando el cielo azul
de un arcoíris con su mejor miscelánea
multicolor… y sigo soñando, y sigo haciéndolo
quiero seguir siendo un iluso
mientras me quede un hálito de esperanza
y quede una inocencia que conquistar…

©SantiagoPabloRomero.Bluesman.
Imagen:Olina
Music: Tom Waits-Dead And Lovely  


©

miércoles, 25 de noviembre de 2015

Enfilando…

Enfilando…

Aún queda cuesta que subir, sí, mañanas gélidas
que albergar el bofeteo duro de la brisa invernal
para saber del candor humano, del rostro amigo.
Llegaremos con ansias al ecuador del rocío, sin nieves, seguro
pero comenzaremos a sentir el llamado de un encalado dicharachero,
uno de los soportales del febril níveo que recubre nuestra estela.
Mas vamos, lentamente, o raudo como el viento de la tarde
escogiendo cada uno su atuendo estacional, el uno corriendo las calles,
otros sumando ramajes, lentiscos, limpias olivareras, carrascones,
acicalando la muy bien pulida efigie en esa medalla, de plateada estirpe.
Todo va cambiando, para seguir igual, unos hombres ya no están, y sus hijos
o sus nietos pasean el nuevo recuerdo, asidas las huellas por las solapas
sin menospreciar aquello sembrado, irrigando con el mejor ser, los sentidos.
Cuando se arrima el final del primero a puerto, revolotean las mariposas
mas no aquellas de la primavera, no aquellas sobre las hierbas nuevas, no,
sino estas que no se ven con los ojos, sino estas que se sienten en el vientre,
estas que acicalan nuestro mejor talante, y que solamente son comparables
al rugir de un prendado ser bajo las dentelladas del arrumaco de su amada.
Juego con las letras en una esquina de este variopinto mirador, fisgando pasar
a cada transeúnte ensimismado en sus pensamientos, guarecido bajo el abrigo
y rumiando qué hará para dilucidar este nuevo advenimiento frente a su puerta
esperado periplo que cincela los años, faro y guía para unos, muescas a otros
sin comprender cuán raudos son los años que nos vuelve la piel aceitunada,
preñada de cicatrices indelebles, de evocaciones en sepia, de nuevas expectativas
pero sobre todo, logros, recuentos de hazañas, y condimentos necesarios del vivir.
Hoy me daba cita ante la hoja, con una imagen de corredores y encanados señores,
sí coetáneos que completan una nueva partida de esta rayuela sin esquemas,
que tiran su pétrea centinela al cuadrilátero pintado delante de sí, su sueño
para lograr acertar en cada uno de sus objetivos, rememorar un sinfín de hojas
arremolinadas sobre un ventanal abierto a la azarosa cantinela de este lugar,
un sitio acogedor, sencillo y complejo a la vez, un micromundo con cariz
y alas en sus pobladores, un manantial inagotable de buena gente, sí
porque a cada paso se sienten henchidos de llevar lejos su nombre, Trigueros
o quizás, simplemente les rezuma en sus poros con tal fuerza, que lo hace inevitable
Viva este pequeño bastión, vivo y fuerte, sean sus habitantes, seres encomiables.


©SantiagoPabloRomero.Bluesman.SAA16.(2)
Eric Clapton. Instrumental Blues Jam.

Rescoldo y Fervor…

Rescoldo y Fervor…


Te arrimas lentamente, con cuidado, a ella
esa candela que arde muy fuerte,
aunque fijaste tu embeleso en su efímera ceguera,
un instante, unos pocos minutos emerge inmensa
cual un fanal que centellea hasta colmar el cielo en rojizo canto,
alentar a las mil diabluras de la noche
y cobijar un fuerte y ahumado estertor de mil enfermedades exterminadas,
así me dijiste que fue cuando el abad prendió las calles del pueblo, hace largo trecho.
Te arrimas despacio, con el compungido latido
de un corazón dócil a tu fervor, a ese rescoldo preñado de tiempo,
costumbres, y enseñanzas de tus ancestros,
escogiendo imágenes detenidas en un fotograma sin espacios, sin curvaturas,
salvado de quemas al emerger las diferencias por un carnet impío,
quizás el mundo no es creyente, ni siquiera agnóstico, ni aún ateo,
sino todo lo contrario, una amalgama, una miscelánea de internos fuegos
que te reverdecen o secan según la pataleada circunstancia.
Te arrimas seguro de ti mismo, porque hundiste tus pies en el barro tras la lluvia,
porque le llevaste clavando su maderamen en tu hombro,
salando tus mejillas al paso de una danza repetida impertérritamente
igual que el latido de un elefante, grande, continuo, longevo, memorial
y sabes que ello te hace sufridor de promesas, de velas quemadas,
de alpargatas rasurando las callejuelas de esa empedrada villa.
Te arrimas cada año, sin percatarte de cuán bajas la inflexión de tu envergadura
acaso te sintieras llamado por el polvo, por la madre tierra,
el mismo lodo que una vez te escupió, para danzaras sobre su piel,
aprendieras a colmarte de sabiduría y derramaras tu savia tras ser florecida,
macerada en el convite de mil vicisitudes, compartidas, cómplices,
empíricamente probadas, o simplemente derruidas por la inexplicable incertidumbre,
humanos, extraños seres sois que vagáis sin rumbo, a pesar de los mapas
escogiendo a veces la confrontación para dirimir vuestra egolatría,
mas sé que hallarás el sendero recto, la vía paralela que se une al infinito,
el raído atuendo que te guiará al final de aquella senda, cual elefantiásicos rumiantes de géneros, de mañanas repetidas, de soles acabados, de Personas.
Te arrimas así sin dejar marca, o sucumbiendo al cincel del tiempo
asiendo con las manos desnudas, un grito en el silencio de la noche gélida,
justo cuando pasa a tu lado una efigie llevada por cientos de cuerpos alienados
que regurgitan el clamor, el fervor o la sapiencia embebida por el río azul
donde todos pasan, igual que las aguas de la vida, igual que las hojas en otoño,
un lugar donde sólo se escuchan unas campánulas pequeñas, que erizan los vellos
sucumbes a su embeleso y reviertes tus pasos para llegar de nuevo a tu casa,
desvestir tu cama, dejar caer tu rendido cuerpo, y esperar un nuevo periplo,
ese espacio que dista casi trece lunas, ese espacio que difiere del rescoldo primigenio
en apenas dos sabores, el olor a humo, el relato de un bardo enhiesto
y el cántico sempiterno de una amistad magnánima que ronronea por tus calles.

Ya sé que me pretenderás distinto, mas no lo somos tanto, ambos lo vivimos,
lo sentimos, y lo llevamos por doquier, porque al llegar enero, siempre Trigueros.



©SantiagoPabloRomero.Bluesman.SAA16.(1)
Music:Mark Knofler.Local Hero.


)




Crisálidas…

Crisálidas…


Siento un vello rojizo
cruzando mis labios
y juego a ser ladino de su cosquilleo.
Hay seda esparcida
por cada rincón de la casa
y vendo mi alma por ser su crisálida.
La mar ha gritado cuando han abierto sus entrañas
calmando un vuelo sin rumbo
aparte de avalanchas, un revoloteo de vida y rastros imberbes
irisan el cálido tul de una sirena
justo entre sus dedos, he sido salvado de las escolleras,
mi barco zozobra, mas no teme mi cuerpo
divago en sus caricias.
Tiritan las falanges de mis dedos extasiados
de luchar por alcanzar orillas
desiertas, sin nostalgias
acabado el año, nacerán fronteras nuevas
y el papel tornará enemigo del hombre.
Crisálida no más, en tu íntimo atavío
sin patrias, ni banderas
una dilución en el café de la tarde
apenas sorbo a sorbo
bebiéramos mil veces, mil días sin luz
y nada me importará.
Piedras en los bolsillos llevé
desnudo bajo los tilos, me hallaste escuálido y desvalido
ruego al ave
que oculta el sol, déjeme dibujar una sonrisa
un instante al menos, justo, ese momento
donde tu parpadeo me otorga el más níveo reflejo,
el rojizo vello ensortijado
que sujeto entre los dientes, y juego a ser ladino,
ladino de su cosquilleo…
©SantiagoPabloRomero.Bluesman.
Imagen:Olina

Music: Avalanche-Leonard Cohen

martes, 24 de noviembre de 2015

Ojo de Mar…

Ojo de Mar…


Estuve ciega
Afilando aceros infinitos
Retornando bajo los valles,
Tronando sobre las crestas
Hilando tan fino, que todo corría.

Angostas son las distancias, mar azul
Irisas el atardecer, o reverdeces la alborada
Rueda que nos sustenta, danza sempiterna.

Alineas al hombre a tu orilla, nutres su vientre
Gorjeas a la gavina, para te respete
Unes el dolor y la idolatría, serenas al rudo
Aparentas calma, y cimbreas la luna a tu antojo.

Fui incosnciente de tu valía
Izé una bandera equívoca, y me recondujiste al sino
Rotos los vínculos, sirena me siento, vuelvo a ti
Eterna diosa madre, ojo del mar, amanuense retornada.

Ya te adoro, me alineo en tu vertiente primigenia, mi pupila
Oda de mar, cuatro elementos, visceral y dura.

©SantiagoPabloRomero.Bluesman.
Imagen:Olina.

Music: The Alan Parsons Project – Mammagamma

lunes, 23 de noviembre de 2015

En mi Lengua…

En mi Lengua…


Hay dos aristas, fintando el horizonte
cuelgan, de sendas orillas
y me desperdigo
al igual que las semillas
bajo el ímpetu del sembrador
con la estela blanquecina de mil palabras.
Camino recto sobre unas plataformas rectas
sin esperar que asomes
a verme pasar
y me digo
igual ellos han sucumbido al lenguaje de las aletas
resuena un eco, una brisa fuerte, un céfiro de la tarde
que juega al escondite
con los niños de ojos inocentes.
En la plaza, una pira inmensa, arde
su combustible, miles de libros, de voces acalladas
y retumba
en mis sienes inconclusas
un ruido de esquelas sin cuerpos, de muertos que flotan
cual si fueran derivas, o velas rotas
acaso me santigüe como los que se golpean el pecho dominical
sin misericordia por los exiliados en el miedo
quizás sus mascotas mastiquen
la tierna carne extirpada de la boca hambrienta
de una criatura casta.
Sé que a veces me apedrean las voces
Sé que tú eres impoluto, inmaculado, de cuna inverosímil
Sé que mis pies se salen de tu lenguaje
Sé que mi boca escupe cantos de aristas afiladas
Sé que van directo a tu hocico de muérdago aliñado en azafrán
Sé que me pierdo en los cines de tránsito
Sé que las alas revolotean llevándonos lejos, lejos, lejos…

Ruedan cabezas, hay molinos soltando estampas
con nombres, con promesas
hay rayas perfectas, o corbatas, o proposiciones imperfectas
pero no son de mi lengua, son de tu idioma
aquellas que circunstancialmente nunca cumplirás
y a nadie, rendirás cuentas …

He visto un pebetero que llora
no luce, como sería su aventura creadora, no
las cañas recuestan su sedal en aguas turbias
y nadie paga deudas
hay un feudal de cuello curo que languidece al sol,
en islas vírgenes
entre píeles de vestales de pecho erguido
y cruceros nombrados con nomenclaturas de siete mares.

Ya cené, otra vez dos mendrugos
uno tierno, me lo dieron a las puertas del comedor social
donde las lágrimas se transmutan en tierno trigo
el otro, fue reserva
de ayer, o tres días, nunca se sabe la herrumbre que hallarás
a las puertas del paraíso.

Y ahora, grítame
sí, reconfórtame, diciendo que no hallas respuestas
que no escuchaste las preguntas
no oíste el llanto bajo la explosión
ni tuviste tiempo de volver el cuello cuando la brisa te abofeteó
con la juiciosa fortuna
de llenar tu despensa, mascullar los días frente al mar
o servir al bardo para dibujar un lienzo
preñado de locura
bajo las tintas de una tarde majestuosa
con una pátina generosa en colores
y seguro, seguro
de oportunidades, mas esa, esa será otra tarde…

Ya casi alcanzo el mar
al dejar que la brisa
acaricie mis pupilas dejándome obnubilar
por el balanceo sibilante una gavina testigo, ella y yo.

©SantiagoPabloRomero.Bluesman.
Imagen:Olina

Music: Morphine - You speak my language