viernes, 27 de febrero de 2015

Recóndito…

Recóndito…


Agujas enarbolas
Anclas en la arena varada
Anatemas sin sentido
Arengas perdidas en tu piel
Aldabas que chocan asustando al inocente
Arietes rompiendo barreras
Acalorados ímpetus de perdición
Asciende el planear intrínseco
Acaece a dos palmos de la expiración
Alondras matutinas y señeras
Anidabas bajo el letargo de mi pecho rendido
Apotemas insoslayables se enhiestan
Atolondrada me tienen los cánticos silentes
Aposentos diminutos marcados por el regocijo
Alcobas preñadas de fogoso guerrear
Ascetas en un desierto de mar y arena
Arrinconados han dejado el valor, su decidir
Alado ser me aglutinas bajo las espadañas
Avaricia de telones multiformes
Aplausos de inmadurez, de ignara o ruda sutileza
Altiplanos rugiendo con brazos desnudos
Amantes, amistad, adhesión, afección, aprecio
Amor, amor, amor
Amor, recóndito amor que me subyugas y vences
Amor que me dilapidas entre bambalinas
Amor, quimera de mar en mis ojos
Amor, disipa mi amarga estancia en el limbo
Amor, juega a ser mayor, y destrúyeme en el ocaso
Amor, asiste mi sensible palpitar y sálvame del abismo
Amor, amor, amor, recóndito amor, refulge en mi pecho.

©Santiago Pablo Romero.Bluesman.
Imagen: AnaPD, RED & JacqPaRo.


jueves, 26 de febrero de 2015

Rescatada…

Rescatada…


Dos anzuelos enredados
Cual si fueran premonición
Aviso indigesto al pescador
Acaso no comprende, no quiere
Su hambre quiebra sus entendederas
No quiero, no me llames, no…rescatada
Si soy carpa en el sinuoso meandro del río
O escualo entre los escarpados arrecifes
Y ni siquiera jugando entre las líneas invisibles
El céfiro me lleva, me sustenta, cual gavina soy
Mas no me nombres, ni pienses en mí, no anhelo
No busco, ni prevengo al sino, no, ser rescatada
Quizás no llevo tan altivo mi sostén
Parecerá envanecimiento, o jactancia
Pero es más sencillo, simple
Regueros de libertas, y mansedumbre guerrera
Sin arquetipos, ni leyes, ni adormideras
Ni palacios de cristal, ni jaulas de áurico entender
A mí me dejas llorar por las esquinas
Perderme en el interior de mis afectos
Reverdecer en primavera
O medrar tras el plúmbeo aposento del gélido invierno
Y no sientas compasión, mi placidez es así de ruda
Supina bajo el árbol sin esperar manzanas
Escogí la locura por compañera
Vadeemos ciénagas sin comprensión, apiñémonos
Bajo la sombra absolvente de las copas lejanas
Dediquémonos a dejarnos tentar por las pequeñas cosas
Claudiquemos a fanfarrias y clarines, no somos regios
Corra por nuestras entrañas el candor
Y por fuera, por fuera, no más, no más una brisa lenta
Que se regocije cuando planeemos en ella, sin más…

©Santiago Pablo Romero.Bluesman.
Imagen: Ana Pablo Díaz & JacqPaRo.TQ.


miércoles, 25 de febrero de 2015

Cimbreos cercan tu piel…




Cimbreos cercan tu piel…


Cansada de aceros, cáñamos y ataduras
Recompones el puzle sin prisas
Adocenando ideas escogidas al azar
Wagner ha dejado las valquirias en libertad
Líneas rojas traspasan en la frontera
Nada puede detener las salidas de la miseria
Gigantes serán las puertas del averno.
Bípedos se pelean a las puertas del bar
Lanzan improperios a sus madres, inocentes
Acaso vuestra impronta no es sólo vuestra, ignaros
Cabecead el sueño, y adormecer a la bicha
Kilos de baja estofa habéis disgregado en el pavimento.
Sandeces u otros menesteres, sois maestros
Nada pediréis a las cadenas que no os entregue el sol
Además de llorar tras la debacle, resuenan timbales
Kurdos, drusos, o arcanos, nada podrá asilaros.
Médiums buscan vuestros espíritus desvaídos
Ondeando humos de amapolas en flor
Apoteósico será el final del que quiebra el silencio
No serás tú quien levante el órdago de la tarde.
Te sigo desde lejos, mirándote el zigzagueo de tu andar
He vivido mil avatares y ruego por la consecución
Edenes arrancados a sus dueños, en pos de la justicia
Duramente habrían de ser lapidados aquellos ángeles
Ocaso de mil teselas paridas de un cielo plúmbeo
Odaliscas de pechos erguidos danzan ante tus ojos
Rubrica tu último suspiro, o vierte el alma en el grito
Seremos pitonisas en un mundo sin magia, o venceremos.

©Santiago Pablo Romero.Bluesman.
Imagen:Alfred Weissenegger, RED & JacqPaRo.

https://www.facebook.com/376971192444984/photos/a.383767618432008.1073741828.376971192444984/383767561765347/?type=1&theater

lunes, 23 de febrero de 2015

Desliendo tu palpitar…

Desliendo tu palpitar…


Noche de locura e inciertos
Allí apareciste, con el cielo en las pupilas
Y sol acariciando tus crines, bermejas
Jugando al escondite con trinos y extraños
Tres miradas cruzáronse, la adolorida ella
Nosotros recorreríamos la dicha y el desasosiego
Tardes de primaveras, y gélidas acontecidas
Sin sabernos sino al otro, hasta soñar lo indeleble
Fuimos cortejo de reales alados
O vestales sin tiempo, ni premura, sólo entrega.

Dos caminos truncados, dos vidas aligeradas
Sobre tu beldad inmensa, prendido quedé
Buscar y pelear al destino quebradizo
Morir, fallecer, y aletear en mañanas de donceles
Porque habríamos de hacer logro
Sementar la tierra fértil donde el amor se cuela
Acaso no fuimos puestos ahí
Tras los cristales de hielo en la ventana
Iluminados con el tornasol de un titilar fecundo
Para ello, lograrnos, acelerarnos, embebernos.

Paralelas se nutren las vías por mil trayectos
Hasta que ruedan los trenes, se quiebran las traviesas
Un mar se detiene, se hiela, saltamos al otro lado
Quebramos las normas, la costumbre
Rivalizamos al mismo demonio
Pues nos sabemos, nos perdemos en el otro
Vericuetos no quedan sin lamer, ni sorber
Y tú me dices del regocijo de tu vientre
Y yo me desvivo por llenarlo, en mil esquinas
Y mi luz, y mi sal, es tu fanal y tu mar.

Llegarán mil diablos, pero no vencerán
Ha quedado cimentado en el níveo lienzo
Donde las blondas que tu cuerpo cubrían
Quedan deshilachadas por el ardor guerrero
En mil batallas sin sangre, sino sudores amantes
Mordisqueando el pan rudo y sin alimento
Porque nada sacia más que tus befos ardientes
Descubiertos por el mordisqueo sinuoso
Al son de un aullido de coyotes hambrientos
Deseosos de dar cuenta en el ocaso de nosotros.

Embadurno mil cuartillas sobre la mesa
Se deslía mi pluma en aspavientos perdidos
Oscureciendo el horizonte, viéndote salir
Pero no quiebro las ansias de dejar huella
Bajo el engrudo de un montículo preñado
He sabido que llevas dentro, me portas
Semilla infinita que dejará los sones libres
No pudieron sesgar aquel equinoccio espléndido
Donde soles había equidistantes, azules símiles
Y mis labios reconciliados con la vida en ti.

Quiero esta noche desvestir tu cuerpo
Mientras resuenan los campanilleos del trineo
Sin que dejemos de sestear un mundo nuevo
Apenas entre el regodeo de nuestros cuerpos
Embadurnados del aliento del distinto
Atrincherándonos cual si nos fuera la vida en ello
Diluyendo cada sopor en nuevos envites
Haciendo de la locura candorosa un hábitat
No permitiendo que la cordura nos esclavice
Y bisbiseando mil delirios sin hacer ruidos.

Perentorias lagunas mostrarán para evitarnos
Son ángeles envidiosos que a nada pueden llegar
Inusitados y cruentos varapalos nos infringirán
Cual si fueran libres de pecado, fueran inmortales
Sin comprender de la perdurada esencia del bardo
Llenando las conciencias, las hendiduras humanas
Ese lodazal que todo traga, que todo merece
Mas que es capaz de llevar a los altares al digno
Y dejar dilapidado bajo las pétreas señales del olvido
A aquel ruin que lo destroza por ingratitud.

Apasionados son los hacedores de mundos
Jueces en prebendas de amantes sin esquelas
Apenas sabedores de cuan inmensas efusiones
Se regodean en dos trozos de piel inmaculada
Donde los niños juegan a hacerse mayor
Mientras retozan bajo almohadones de tul
Iniciándose en el consabido espacio donde hallar
Aquello lustroso, insoslayable, e incuantificable
Ese delirio que se cuela por cada poro sincero
Macerado a base de mil empellones de exaltación.

No, no sé por qué lo hago, será mi egolatría
O quizás más fácil, quiero dejarte una excusa
Además de querer inundarte lo más íntimo
Deseo verter mi alma sobre un papel níveo
Avivando cada rincón de él, por entre los fueros
Para que un día las piedras sean testigo
Prendan cual si fueran un montículo imberbe
Sobre el túmulo donde lloraste mi ausencia
Y dejarás que todos lleven su agradecido guijarro
Pues removeré el entramado del averno para sentir.

Sobrevivirás al cadalso que dibuje mi silueta
Pues así está escrito en las líneas divisorias
Donde una noche desleímos el dibujo helado
Pusimos una vela que serpenteaba tu rostro
Mientras desnudaba tu integridad para mí
Hoy bebo en el recuerdo que vosotros amáis
Sin pestañear en volver a revivir cada instante
Ulular al son del céfiro gélido cual pincel nítido
Dos periplos habrán pasado, dos historias
Una melodía descrita con balalaikas y violines.

Ahí va, es nuestro campanillear sinuoso
Lo oyes, sigo rebuscando entre tus piernas
El desasosiego me reaparece en el pecho
Habré descubierto mi edad imposible
Y apaciguaré este final con un candil de miel
Supimos darnos la entereza cada instante
Aunque no nos priváramos de tormentas
Iniciáramos un palacio imposible de acabar
Mas nadie nos podrá decir que no vivimos
De ello queda constancia, ellas siguen ardiendo
Dos lunares brillantes que rubrican el candor.

©Santiago Pablo Romero.Bluesman.
Imagen: RED & JacqPaRo.


Hoy, eres Tú…

Hoy, eres Tú…


Habrá mil formas
A cual más bella
Quedarán rubíes
Incluso besos derramados
Y nada se podrá comparar
Al lustre de sentirte, cada día.
Ver cómo sin esperar nada
Viertes cada línea, plena y rotunda
Sin buscar, sin hallar
Incluso labios rotos
Y nada se torna inverosímil
Sino todo fulge, recibe ardor y tiento.
Mas hoy, eres tú
Sí tú, la que debe recibir mil envites
Infinidad de rubíes
O madreperlas, juegos sinsentidos
Y un mundo de sortilegios palpables
Porque las rosas hoy se han vestido de largo
Quieren poder estar a tu altura
Al menos rozar tu magnanimidad
Ese don que esparces sin miramientos
Por ello no sé, no tengo, ni puedo
Más que letras y mil palabras, dos rebufos
Y un corazón lleno de ti, de tu talento, de tu sentir.
Queden las cuadrigas detenidas al paso
Eleven los vítores las sirenas esta noche
Sean la Eneida princesa un tu reino
Brindemos porque una vez te me apareciste
Para nunca dejar de lucir
Así, bajo el manto de las estrellas, quiero mirarte
Dibujar arcoíris en la alborada, o sestear en tus sueños.
Déjame congratularme de poder decir
Cual bello latido vive en tu pecho, eres un ángel.

©Santiago Pablo Romero.Bluesman.

Imagen: Mary Carmen Fierro & Blanca. JacqPaRo.

viernes, 20 de febrero de 2015

Vientos a Casa…

Vientos a Casa…


Siento como las alas se desgajan
Ícaro sobre las alacenas vacuas
Ríndese al reclamo de la gavina
Suena un cántico de sibilina sirena
Que estremece el letargo tardío
Bajo un mantra sin medida
Dos acordes de fresca brisa salina
Y un resbaladizo cuerpo se escapa
Nada puedo hacer por retenerte
Ni acompasar tu huida en mi dolor.
Vuelvo a casa, dices mientras arde
Me sujeta los pies de barro, hundidos
Tuteo al destino y se zafa sin remedio
Costras en mi piel, de lucha y riadas
Reclinada en la arena, maderas rotas
Yaces desunida, compañera de lustros
Acaso supieras que nada nos queda
Sino tomar aquella cuesta erguida
Delineando regueros de flores amarillas
Mil cuerpos despintan al sol flemático.
Por entre los rochos de seco esparto
Jalo del gris compás de la memoria
Pisando sin prisas ni valentía alguna
Cual soldado derrotado en contiendas
Giro el cuello, aguzo los ojos, búscote
Nada me reporta el esfuerzo, nada es
Mas no declino mi última voluntad
Hombre de patíbulo siento en mi pecho
Así me aferro a ese deseo contestatario
Dos siluetas de rojizo carmín brillando.
Izo la bandera de níveo ardor, y pecas
Repones dos pecados al bastión perdido
Un silencio atronador de inconsciencia
Lacerando el destronado espíritu azul
Y dos, ese aroma a jazmín recién teñido
Cual si fueras al festejo de los adivinos
Queriendo cincelar las espuelas en el lomo
Montaraz sin aspavientos, cae derrengado
Bajo la espadaña desoladora del estío
Vuelvo a perder, acaba el tiempo, se va.
Oferentes de aceros bien templados
Acoged un parterre sin flores, ni tierra
Ya le acosan los clamores del averno
No tendrá cena de regalía, ni fruta acuosa
Supieron descerrajar aquellos chasquidos
Hiriendo de muerte al bergantín más vivo
Telúricos afluentes han hilvanado este sino
Costas de aire han circunvalado raudos
Llevando noticias escritas en verbo viejo
Nadie merece caer en la playa de hambre.
Vientos a casa, rumbo al norteño sol
Esta tarde te sujetaré por los pliegues
Sin dejarme llevar por la febril hondonada
Ni derretir un ápice de mi sobria piel
Curtida entre tu cuerpo y la estela perdida
Amilanando cíclopes en el estrecho oscuro
Paseando por filos de dagas oportunistas
Tú me seguirás llamando, riendo sin verte
Pero ahora no puedo detenerme, no ahora
Justo en este periplo de justas, sabremos ser.
Cantos de ríos son cada una de esas cuentas
No dominan nada, no festejan nada, viven
Se hacen redondas para no zaherirte al paso
Saben de tu pisar delicado, saben de tu trasiego
Vieja y sabia, atolondrada señora de mis sueños
Acaricia cada uno de los poros de mi piel
Me ahogo sin solución, aunque me llevo tus ojos
Un dibujo nítido que titila al mirarme cerca
Bebiéndome cada brillante de tus destellos
Cual si fueras la odalisca avenida a mi despido.
Jalonan las imágenes que arrebujamos juntos
Algunas son tan sepias, tan llenas de rugosidades
Mas todas tienen jolgorio y complicidad
Mitigo el lamento porque es de bien ser logrado
Y tú me impregnaste esa pátina excelsa
Cual si los museos del mundo te esperaran
Aún adivinándote perdida entre mis junturas
Disfrutamos cada carcajada y mordidas
Pimienta fueron las chispas, azúcar las llamas
Canela nuestra cicuta, jajaja, qué locura bella.
Sabes he visto a un hombre acariciarla a ella
Sacarle mil vibraciones con notoria templanza
Nutrirla bajo el embeleso de transeúntes absortos
Llénale el pico, decíanle, déjale los granos molidos
Pues ya no verdea en los campos cosechados
Y ríome de aquellos entendidos en jardines ajenos
Nunca fuimos servidores de falacias ni conjuras
Muy en contrario, supimos bregar con limpidez
Ahora que rubriquen sobre el granito dos odas
La justa, lleve mi nombre, la otra tus caricias.
Hay un duende en esa esquina, donde todo vuelve
Ahí es el lugar de nuestro reencuentro, Ícaro
Vuela, tú vuela hasta las estrellas, llega al sol
No temas desavenencias ni malos augurios
Seré el colchón donde caigas, tu valentía
Porque para uno llegar al cielo han de caer otros
Y no vamos a dar ventaja grisácea a la oscuridad
Así ya escuchaste, la guitarra sigue sonando
Toca amalgamas de colores en flor de primavera
Carencias no habrá de existir, pues todo es verde.
A Casa, vientos en las alas, resuena el céfiro
Dibuja onduladas figuras entre tus crines
Me dejo acariciar porque sé que vienes en él
Subida cual meiga que serpentea libre
Ornamentos no me hacen falta, el aroma me guía
Juega, Ícaro, deja que el viento te lleve a casa
Tu hazaña ha sido cimentada en mil cuerpos
Varados quedaron, para que supiéramos tu valor
Ya nada somos sino aparceros de tu memoria
Pincel que recorre las estelas de tu lienzo fino.
Vuela, vientos a casa soplan, déjame llevarte
No más sueños tengo, sino entrar en el edén
Pero eso sí, llevándote del brazo, cual amanecer.

©Santiago Pablo Romero.Bluesman.
Imagen: Aniló & JacqPaRo.

jueves, 19 de febrero de 2015

Escondida entre los árboles…

Escondida entre los árboles…


No juego a escondites
Ni siquiera tras los árboles
Mas tuve que escoger
Vivir entre la maraña de tu pensamiento
O rubricar las acequias de acogida a los cuerpos inertes.
Quedan rasguños de colores variables
Al pisar en las laderas del Darro, pensé en ti
Y no estabas al bajar, habías sido arrancado
Cual ventrílocuo mis labios ardían solos
Un nombre, un hombre, dos destinos.
Giran las tahoneras el manso harinero
Los ojos inocentes se pliegan al llanto del vacuo vientre
No hay color, no hay trino, no hay canto
Es soslayo al destino, un pétreo y arcilloso túmulo
Donde los gatos maúllan en la noche.
Ya te dije, no pienso en azares
Sino que dejo que los dados trucados viajen lejos
No muestren su lado truncado
Pervivan los granos maduros, entre los dedos teñidos
Nada es hoy, todo quedó tras los árboles
Me juego el ardor de mi osadía, por llevarte cerca
A donde los montes se deshielan al saber de tu voz.

©Santiago Pablo Romero.Bluesman.
Imagen: Patty Maher & JacqPaRo. Variations colors.