sábado, 3 de julio de 2010

En la Cumbre…

En la Cumbre…
Máxime de la extrañeza somos. Nos gusta salir en la foto de los más fotografiados. Conocer y ser amigos de los más amigados. La gente disfruta porque dicen que le han dicho que él dice cosas tan bien dichas, o mejor aún decía. Éstos son los seres que nos gustan encumbrar, pues claro si decimos algo que no sea de su agrado nunca podrán revolverse y decir aquello o lo otro incorrecto para las mentes bien pensantes.
Lecturas de aquel muerto honorífico, benditas sus palabras, homenajes del que falleció ayer, qué bueno era. 
Me encantaba su obra. Otro sarcástico te reprochará, la de su casa…jejeje.
No seas así digo lo que dijo y pensó, mientras estuvo. Ahh, como antes era un hijoputa rojo, que criaba demonios en el desván. Y escribía nada más que blasfemias, y soliviantaba al pueblo para romper lo establecido. Sí, sí, pero entonces ni era conocido, ni habían llegado sus letras a maravillar, ni si quiera estaba muerto jejeje. Es una de las cosas que dan la grandeza de la muerte. Crean el mito de alguien que no puede revolverse.
Somos extraños cuando elogiamos  e idolatramos a quien no puede defenderse.
 Quizás si estuviera sería tan buena persona que hasta os ignoraba por no insultaros, por meteros donde no os llaman, pero claro aprovechad y rentabilizad su nombre, ya sólo puede servir de maleable metal precioso que aliena las mentes de quienes se pegan en el pecho, diciéndose a ellos mismos para convencerse, qué intelectual más grande soy.
Cuando las gentes son extrañas la lluvia oscurece su cara, pues no interesa verla, conocerla. Son rostros de posible claridad meridiana. En cambio nadie quiere mirarlos, pues pueden ver en ellos la verdad de su mentira. El reflejo portador de su vacuidad de vida. Entregados por las circunstancias sociales, qué bonitas palabras correctamente politizadas para idiotizar a los pocos que a veces dejan sus pensamientos cabalgar al viento de las disuasiones creadas por entes perturbadoras.
Los rostros de la mañana se confunden, mientras los de la noche buscan el cobijo de la reconciliación de las almas.
Rechazamos los rezos de los aborregados por entes ya establecidos y después cantamos al aura como corderos, baladas de adocenamiento programadas por un clérigo frustrado en su consecución de las metas establecidas por otros condicionantes.
Seremos seres extraños, porque es parte de nuestro ser. Es difícil no ser extraño si no te dejas encauzar hacia el redil programado.
Qué bella es la extrañeza…lo siento soy extraño. No nadaré hacia la cumbre, lo siento soy extraño… 

viernes, 2 de julio de 2010

Auténtico…Te guste o no…

Auténtico…Te guste o no…
Y en caminares, y entre senderos, y entre flores dulces y espinosas. Entre olores agradables y fétidos. Entre Personas y más gente. Entre homínidos y animales de varias patas. Mis pensamientos son tan libres que no me obedecen. No hay raciocinio, son como pájaros en la mañana, frescos, libres y sin miedos. 
Es cierto que a veces las sombras de los halcones pueden hacer decaer las ansias físicas, pero nunca pueden eliminar el pensamiento auténtico, libre y gentil, de los corazones gitanos. Ellos son libres porque su educación es ancestral, se transmite del boca a boca. Con el llevado manoseo maleable de los metales preciosos. Se pueden moldear todo su contenido, pero mantienen su esencia. Su pureza siempre estará en el fondo del corazón.
Deberíamos dedicarnos a aprender de los otros, las enseñanzas de la vida. Disfrutar de los momentos que nos regala. Por qué siempre nos jodemos, nos dedicamos a fastidiarnos por leyes escritas. Cuando todos sabemos que quien plasmó esas letras regladas lo hizo en su propio beneficio. Nadie escribe las normas para cumplirlas, sino para hacer que las cumplan. Pues el que parte y reparte siempre se lleva la mejor parte.
Una pareja inusitada, de seres distantes y distintos. Un ser amarillo, otro marrón dorado. Esencia de su existencia la búsqueda. Verdad de su existencia, no encontraron, pues la búsqueda era muy cercana, se tuvieron siempre. La vida no es el final de lo conseguido, la vida es el camino. El disfrute y el contacto con los otros. Los delicados pues nos dan tersura en las hilaturas del alma. Los agrios pues nos enseñan cuán difícil es mantener la frescura del elemento principal de nuestra existencia, el agua. 
Portadora de la vida, y de la muerte. Transporte de los bienes y los males. Capaz de soterrar un túnel en las entrañas de quien incrédulo, la desafía.
Seamos auténticos, como los corazones gitanos, entreguémonos en el día a día, a pesar de los pesares, de esas insaciables dicotomías que parecen cruzarse delante de nuestro diario corretear, para obstaculizar la alegría. 
Aprendamos a circunvalarla como hacemos en la autopista hacia el cielo, no dejemos de caminar mientras buscamos la pista para despegar en busca del vuelo planeador sobre las estirpes superadas.
Disfrutémonos, todos entregamos algo en esta vida. Envidia de los ángeles, somos. Pues encontramos el trino andar. No podemos dejar de girar, pues de descubierto el astro siempre estará ahí. 
Desde Galileo nadie se pregunta si giramos o estamos estáticos. Pues el conocimiento nos enseña. La sabiduría abre caminos que no se pueden ya nunca cerrar. Si aprendimos a vernos no podemos querer ignorarnos. Mirémonos, disfrutémonos, el brillo de la mañana llena de luz mi ventana.
Los girasoles toman los campos, cuán mantos de amarillo sobre alfombras verdes. Giran buscando el sol, amoldan su existencia a la frescura de la luna, y consiguen el brillo en el rocío de la mañana. Impresionistas, impresionados con tanta belleza plasmaron los lienzos sin lograr la perfección natural de la captura momentánea. Pues la vida es ciclo, y el círculo es signo de la perfección, mezcla de unidad y distancia al centro sobre lo que todo gira. Caminemos pues el camino es vida. Seamos parte de los pensamientos libres, dejemos que nuestros corazones gitanos nos guíen. No pude ser mortal…

jueves, 1 de julio de 2010

Confesiones…Sin confesión.

Confesiones…Sin confesión.
Te sientes putrefacto, te husmeas tus instintos y te aferras a que la podredumbre no es tuya. Buscas en tu rededor al culpable, no quieres verte mancillado por la descomposición imparable de tu ser. 
De soslayo crees ver la aparición que necesitas, pero no, es tu sombra, titilante al son del baile que ordena la llama del fuego purificador, elixir de sanación, el infierno te espera.
Pasa, él, pasa ella, vislumbras una luz. Ya tienes un culpable, de tu estado en descomposición, él, ella, incubaron la larva del ser que habita ahora en tus adentros. Te sientes mejor, ya tienes a los culpables, él, ella…pero sabes que no, es pan sin levadura.
Necesitas un dios a quien llorar, suplicar, a quien culpar de tus castigos, sin dejar de luchar por encontrarle. Sin querer tenerle, pero siempre buscándole, aferrándote a él, a ella.
Maldícete porque ese habita en ti. Encuentras su extrañeza en tu extrañeza. 
Háblale, encuéntrale…cuanto antes lo hagas, antes podrás tomar la paz de aceptarte, eres el engendro de seres abominables, eres el portador de la asquerosa larva, tú alimentas su crecimiento, nutres sus necesidades…O vives con ella o pereces en el intento de eliminación, acéptala, vivid juntos pero separados, confiésate…
Podrías ser creador de una nueva religión, sabedora de la necesidad de no tener un líder, un nuevo hijo de dios, a la mano, con cobertura diaria de veinticuatro horas, que soluciona tus dudas mundanas, en cualquier momento, podrías dejarte llevar por tu visión de las miradas de descarriados seres necesitados de sed, y sanar su falta de fluidos sanadores en el entorno cercano…
Quién no tiene delante una horrenda ocultación en su hilvanada red ficticia donde caer si todo lo demás falla, la metamorfosis de la crisálida espera siempre un error para alimentar a seres superiores que atoarán  su final a las entrañas de otros mejor dotados.
Manifiesto público de la llamada de una carta en colores donde elegir el nuevo mesías, el ser que sabedor de todos los males y sus sanaciones podrá llevarnos al edén.
Confiésate, yo sé que tú fuiste el que estuvo al sol el primer día del último verano, jajajaja…te dirá…y te lo soltará con tanta seguridad que tú mismo creerás que es cierto…
Entregarás tu confianza al desconfiado de sí mismo, pero llenarás sus arcas pues él te promete lo que tú necesitas escuchar, que él tiene también que confesarse ante ti, te hará creer que tú eres el nuevo mesías, sin darte cuenta caerás en las fauces de su red tejida con hilos de plata contra vampíricos seres sabedores del movimiento del sonar natural, su guía, jejeje…
Confiésate, deseas tener un culpable, que no sea el mismo de siempre…pero no existe…el culpable eres tú…
Confiésate…y vuelve a la inocencia…

La niñez de tu cuerpo se translucirá en la inocencia de tu alma...
Alma prístina, pura, inmaculada, sin mancha...