Frente Al Mar…
Una roca esculpida
Por una mansa mar, sufrida.
Unas líneas paralelas
De ojos sabidos, unidos hasta el sempiterno
Recorrer del cenit.
Unas cerdas majestuosas, en el lejano velador
Un aroma de jazmín, palpitante
Cortan la luz del austro, la espumosa pátina
Rozando nuestros rostros embebidos
Sosegados, lustrado por el olor a mar.
Se torna melodía tu suspiro
En cada latido, unas cisuras de mí se yerguen
Y tenso mi torso, y elevo mi pulso
Dejándome hundir tus enhiestos vellos
En la epidermis prodigada.
Se cierne la noche flamenca, el sortilegio
De un recorrido de mediatriz en el horizonte
Inundando de tiempo, aquella primera vez
Ese lujo de disfrutarte, una vez y mil más;
Hacernos sentir el candor de la complicidad
De un tuya y mía, de una unión imperecedera
Frente al mar, esa inmensidad que nos achica
Cuan voces de espiras en la colosal excelsitud
Se cuentan por racimos de adocenadas curvas
El destello de la luz, vertiéndose en este balcón
Apenas un instante después, parece
Y ya se tornan las vueltas de saetas, alocadas.
Ungidos por la partícipe, proximidad
En simiente avenida, y sus ojos, testigos fieles
Del sumergir en regio hechizo, sin fin.
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