lunes, 31 de enero de 2011

Soy el que soy…Aunque te duela, reconocerlo.

Soy el que soy…Aunque te duela, reconocerlo.
El caminante me hago llamar, tras un nombre de todos conocidos, sí el mismo, sin tapujos, mas que algunos se empeñen en no reconocer sus errores. Yo, los cometo, los afronto y enfrento las consecuencias.
En derroteros, dejando correr mi vista sobre tu piel, sobre tus errores, los que guardas en papel de celofán, entre luces de ornamentos, logros apropiados, lagunas sembradas de nenúfares, de otro estanque, robados. Tú, eres el que miente.
Luces, no, no te gustan. Emplazas cortes como cercano de pirámides, sin comprender que el tiempo de faraones terminó. 
Aún camello quizás logres ser, porteador de males mayores, porque tu chepa preñada de inmundicias tienes, y lo sabes, que es peor, es lo que te atormenta, pena me das.
Difícil tienes la vuelta atrás, te lanzaste en bicicleta, cuesta abajo, sin frenos. Si dejas de pedalear se desboca, cuan galope tendencioso, tu caballo a rayas descontrolado, se te escapa.
Me pregunto, que buena debe de, la plata, servir de protector estomacal, pues si no, no se explica que no tengas úlceras con la mala leche que has de tener para digerir las carretas llenas de aspavientos que tomas cada mañana, al verte reflejado en el bruñido metal de tu báculo, pastor de borregos te ves. Máximo logro al que podrás optar mientras no encuentres la forma de reconocerte y hacerte Persona. Te miras y hueles tu fetidez.
Crees seguir vivo, mas caminas tras nieve derretida, y comprendes que tu penar es morir en vida. En cambio tendrás adoradores del vellocino, a tu rededor a miles, sedientos de las migajas que les das como palomitas que giran y giran en círculos infinitos tras un escopetazo que les indica una nueva carrera, suerte maestro y te cojan confesado.
Entre tanto yo seguiré caminando y disfrutando de la compañía de mi sombra, maravillosa fiel compañera. Y observándote, no lo olvides. Aplaudiré tu desplome.

2 comentarios:

  1. Vaya, no es muy "afable" tu escrito, no se a quien va dirigido pero cuidado con lo que deseas, a veces nos volvemos vulnerables y los deseos se vierten sobre quien no deben.
    Si es todo eso que dices, todo le llegará en su momento dado, la rabia hay que darle un chance para soltarla y no arda dentro de uno, luego habrá que dejar que la vida siga su rumbo.
    Un abrazo

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  2. La dirección del viento nunca es enemiga
    Puede ser a favor o en contra
    Mas hemos de alinear las velas para vencer
    No dejarnos alienar para darnos por vencidos…
    Gracias Por tus Mimos, agradable tus letras…un placer.

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