miércoles, 1 de junio de 2011

Rubias…


Rubias…
Abro un ojo, después otro, parpados reacios
Preparo la danza del vaivén, por eso de ayudar
Una cunita, dos, y ale hop arriba
Chanclas, dedo gordo, capitán y el otro azulado
Por el pisotón, del puto niño, la madre que lo parió
Ya de pie y dispuesto a arreglar el mundo, me dirijo
Todo recto al chiringo, Jacques, yes…Y aparece la primera rubia
Son las dos, buena y perfecta hora, claro, ese olorcito aahhh
Esas gotas rezumando, llorando sobre el esmerilado cristal,
Con su asa y todo, para afianzar su cuerpo frente al tuyo
Esos labios entreabiertos, y esa nívea espumosa, seguida del dorado manjar penetran en tu ser, aahh
Y todos miran a lo lejos, allí donde se pierde la arena y llega el mar, allí donde dos montes bien prietos se balancean, piden miradas, y es que la chica, o el cirujano, son unos cracks.
Llega la hora de rematar el pescaíto frito, y esas gambitas de gabardinas blancas, bellas de Saltés y la rubia, para entrarnos a la segunda, entre tanto los parroquianos encontraron al culpable.
Aquel que le puso los cuernos a nuestra rubia, esa bella y valiente, redonda y brillante al sol, al menso recién sacada, que no ese euro que no tiene ni nombre, igualito la Pela…
Qué bien cuando la Pela era la Rubia, uys, tampoco se está mal.
Bueno después de rellenar esas servilletas, blancas blanquísimas del servilletero promocional, raspado de letras de bolígrafo prestado, no tenía una pluma el barman, joé, que poco glamú.
Sin percatarme me salió un recuerdo de aquel amor, de aquella que me dijo Siempre, Siempre, para siempre, o será que sonaba un tío de cojones, ese tal Leonardo, que escribe a todo y bien.
Y es que hoy además el príncipe le ha dicho que lo va a hacer hijo de predilecta valía, o algo así, será que no empezó a conocerlo hasta ahora que le van pasando los cuarenta de largo.
Y yo miro al mar, y miro a la de los pechos prietos y me miro en el bolsillo, y recorro los agujeros mientras me encuentro esa redonda pelilla y el pensamiento se me enturbia.
No sé porqué pensé en que rubias hay muchas, pero sin haberla conocido, cada vez que siempre escucho y pienso en rubio me aparece la octogenaria y mitad que podría ser, el mito. Será que sus montículos desaforaron a muchos y tantos, será que Marilyn era mucha diva y mucho que se yo, que se tú…
Pero no importa, me trago los posos de mi última rubia, le suelto las rubias al barman, miro la rubia de la playa y pienso en Marilyn, diciendo Siempre igual que Leonardo, les digo baybay.

4 comentarios:

  1. Una razón más mi querido Santiago para estar de enhorabuena, el buen tiempo llegado, la playa atestada pero siempre buena oferta, una cañita que compartiria gustosa contigo, escuchando a Cohen con más amigos... besos!!

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  2. Grande común compartimento
    El que nos une tras unos bellos sones
    Una fría bebida en calurosas tardes
    Y un disfrute de bellos momentos…
    Gracias Europa, Inmensa, Bsts mil.

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  3. Pensar en rubio...siempre es pensar en ella, que brutal!!!

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  4. Un aniversario
    No es más que un recuento sosegado
    Un respiro donde tomar fuerzas
    Un son de una voz desgarrada
    Un recuerdo de dorado destello
    La frescura de la brisa, en un tórrido atardecer…
    Gracias Adriana, un inmenso placer siempre…

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