El Azabache son de tus teclas.
Resuena un Estambul antiguo
bajo el aroma de los jazmines
un ungüento tratado de lejos
igual que una humedad deseada
reluce la ciudad de civilizaciones
cuando la seda busca tu cuerpo
esa espiga trigal que se cimbrea
acaso marcara las horas de ida.
Todo parece tan liviano, aquí
somos dos amantes entregados.
Quiero que sigas bajando y subiendo
como aquella noria que dibujamos
ese don de nuestros dedos mágicos
robados al cenit, fuimos descubriendo
que nada es tan bello como imaginar
aquello que ya estaba muy dentro
esperando a ser rescatado, afanosos
de lograrnos, de diluirnos fácilmente.
Porque apenas hay nada que nos valga
tanto como ese rato, esa llama humilde.
Sé que rebosan las sémolas por las calles
ha sido una suerte
todo está
visto
sé que refutan las serenas ofrendas hechas
pero es significativo
todo lo es
ahora
habremos roto el eslabón de los grilletes
y el piano sabe de nosotros, los violes ya sabían.
Ladinos son los señores de la guerra
querrán, e incluso conseguirán, ganar
mil batallas, mil prebendas cortas
mas no será suficiente para las puertas
ellas se habrán abierto de par en par
y el destierro de sus inmundicias caerán
bajo el yugo de la multitud ecuánime
maceran su oportuna destrucción
al mismo tiempo que el huracán silabea
cual si sus nombres estuvieran sentenciados.
Suena azabache, suena cantaremos
cada vez que un mástil sea abatido
y las velas les sirvan de su sudario
así no podrán esquilmar más cuerpos
ni doblegar las almas arrepentidas
el futuro del soldado será de rosas
los fúsiles habrán sido confundidos
con el acero de los bancos del parque
bajo el canturreo de los petirrojos
liderando regimientos polícromos.
Suena nívea, suena tecla prístina
no quedes atrás, remueve conciencias
y sabrás que todos supimos crecer
así la fruta madura antes de ser dulce
el niño aprende a imitar nítidamente
para poder idear un certero afín
donde hay un vinilo girando sempiterno
igual que una noria en un edén infinito
sin menoscabar el tiempo ocioso
porque sabremos vivir aquello de nuevo.
©SantiagoPabloRomero.Bluesman’17.
Imagen:JacqParo.
Music: Ludovico Einaudi - Elements
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Si es que No, que no sea porque No lo Supieras.
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"aquello que ya estaba muy dentro esperando a ser rescatado", grandiosos versos abrazando la magia y mística del ser humano a través de sus velos de tul de amor. Felicidades poeta Santiago Pablo Romero por este embrujo literario en donde tus letras son dedicadas a tus lectores así como a nuestra poeta Manuela Lozano por su frescura fiel de amistad en este acompañamiento de tus versos hechos vida y cielo en tu libro El Antídoto, felicidades por esta inmensidad literaria de vuelo de tus versos...!
ResponderEliminarEl Azabache son de tus teclas….Resuena un Estambul antiguo bajo el aroma de los jazmines un ungüento tratado de lejos igual que una humedad deseada reluce la ciudad de civilizaciones….Bellísimas letras hacen sentir el perfume de los jazmines, gracias poeta por compartir tus Inmensas letras aún más bellas que las más hermosas flores.
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