lunes, 14 de marzo de 2016

Certitud…

Certitud…


Se palpaba un hálito
de primavera
incluso en las callejas sombrías,
se masticaba el bullicioso
traqueteo del cristal
sobre las metálicas mesas, o
entre sí
cual si fueran brindis a la mañana,
al sol radiante
brisa acariciada, dulce azahar
se contoneaban las amapolas
en el sendero que iluminado estaba
apenas sin percibir
mi presencia, o acaso
debería pensar, ausencia
sí, tengo la certitud
la entera certidumbre
de no estar,
sentir las piedras clavetear mis pies
y no cejar mi intelecto
contra los sentidos
aguijonear cada resquicio de mi existir
sin comprender
mi abandono, y mordía los bucles
en un desesperado acorde
por conquistar una liana donde sujetarme,
tantas batallas perdidas
mientras el tableteo del nácar y el azabache
martilleando las cuerdas
dejaba escapar por aquella ventana abierta
un reflujo de ríos húmedos
arremolinando el serpenteo silente
de una tarde bravía
por arcadas que sujetan las paredes
soportando la entereza
ante el innegable derrumbe
y riego cada paso de sal
sin invierno, sin nieves
ni siquiera un atisbo de tormento
sólo, la solitaria certitud
de no vivir sin abrazarte
coronando cada torso esbelto
en el organigrama de un don cierto
pero deshilachado entre mis dedos
en un barrio cualquiera
sabiéndote tras las rejas de palacio
igual que una mariposa disecada
farfullando mil llamados
auxilios indoloros, gritos perezosos
o caídos, desvencijados
quién sabe, nadie me vio llorar
mientras dibujaba tu figura
tras las celosías, trampa de luz
y ardor perdido
no sé qué ocurrió, no sé cuándo caí
prendido del almíbar
de tu vientre desbordado
mas sí, certitud digiero
a pesar de sentir mi fin
el ahogo apretando mi resuello.
Un jilguero toca notas sin remedio
justo entre las piedras
llamado último antes de claudicar
en la bajamar de tus estambres
perdido me quedo en esta salvaje hojarasca
de mi abatido alma
cuando en la nocturnidad aleteo
mis brazos, allá o acá
y no hallo sino la certitud de tu alejamiento
el remedio mismo
para abatir el sueño
donde una vez nos vimos, sonriendo
o mordisqueándonos los labios.
Certitud de no haberte conquistado
ciudadela inexpugnable, babel del contrasentido
piérdome en la entelequia
de seguir, y de volver, y recorrer tus calles
y dirimir mis faltas
en los entresijos de tus leyendas
paso a paso, rasguño a rasguño
cual si quisiera esculpir tus más excelsas formas
con la mismísima yema de mis falanges
sintiéndome así,
quizás el único alfarero que supo
hacerte claudicar a tu desvarío
mientras te entregabas al mismo mundo
sin dejar de sonreír…

©SantiagoPabloRomero.Bluesman.
Imagen:JacqPaRo.Córdoba.

Music: Chopin-CompleteNocturnes (BrigitteEngerer)

2 comentarios:

  1. Al sol radiante...brisa acariciada, dulce azahar ...se contoneaban las amapolas...en el sendero que iluminado estaba… sí, tengo la certitud la entera certidumbre de no estar, sentir las piedras clavetear mis pies y no cejar mi intelecto contra los sentidos…Magistrales tus letras, profundas, nostálgicas pero con una sonrisa de la espera, no importa el dolor no se siente cuando se anhela ese encuentro…. quizás el único alfarero que supo hacerte claudicar a tu desvarío mientras te entregabas al mismo mundo sin dejar de sonreír… Que belleza querido poeta, nos haces sentir que caminamos por esas piedras, eres tú con esa sensibilidad que estremece y hace estremecer al que te lee por la belleza de tus letras, eres Inmenso querido poeta, cuanto te admiro, y esa maravillosa música para deleitarnos aún más, un abrazo.

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  2. "Certitud…Se palpaba un hálito de primavera incluso en las callejas sombrías, se masticaba el bullicioso traqueteo del cristal". Hermosamente líneas poéticas blues entretejidas de esa certitud estremecedora en la piel del alma...! Felicidades poeta Santiago Pablo Romero por este camino literario una Babel mágica de la vida, reflejando la interioridad del ser humano con ese estilo Bluesman besando su filosofía fuerte cual Zaratustra envolviendo los altibajos en un canto de voces que gritan a la humanidad la existencia y el amor mismo con gran "Certitud". Gigante eres poeta Santiago Pablo Romero las letras cómplices del pincel de tu corazón solo por tu hálito son elevadas con las alas pintadas del amor y de la vida...!!

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