Y comenzó su baile, su danza ritual. Tejiendo con su seda envolvente. Agradable cúmulo de sensaciones corrían por el cuerpo de la inocente víctima. Para cuando quiso tomar conciencia de su situación, era tarde.
Los gozos que antes eran su elixir, ahora se convertían en su trampa. La señora había ganado en el deambular por la supervivencia. Ésta como tantas otras veces había vencido. víctima en el estertor de su fin, comprendió la fatalidad de ser vencido por un ser en teoría más débil. Pero ella evolucionaba día a día pues en ello le iba la vida, propia y de su especia. En una mano comías y parecías indefensa, pero la confianza mata al inocente.
Confié en ti y lo aprovechaste para fortalecer tu vínculo con la vida a costa del portador de la inocencia. Pero el tiempo llegará en que Zaratustra regresará para enseñaros a vivir, sin miedos. Tanto miedo tenéis que perecéis enredados en la soga de vuestra gratitud. Historias de arácnidos y viudas.
Los gozos que antes eran su elixir, ahora se convertían en su trampa. La señora había ganado en el deambular por la supervivencia. Ésta como tantas otras veces había vencido. víctima en el estertor de su fin, comprendió la fatalidad de ser vencido por un ser en teoría más débil. Pero ella evolucionaba día a día pues en ello le iba la vida, propia y de su especia. En una mano comías y parecías indefensa, pero la confianza mata al inocente.
Confié en ti y lo aprovechaste para fortalecer tu vínculo con la vida a costa del portador de la inocencia. Pero el tiempo llegará en que Zaratustra regresará para enseñaros a vivir, sin miedos. Tanto miedo tenéis que perecéis enredados en la soga de vuestra gratitud. Historias de arácnidos y viudas.
Que la viuda sea negra ya tendría que tenerse por aviso... pero es la confianza a veces tirana, si en lugar de en seres verdaderos, la depositamos en las brillantes telas de las arañas... te felicito.
ResponderEliminarA veces la confianza deforma la percepción de la realidad- Comentó el viejo alpinista a su discípulo al borde del precipicio.
ResponderEliminarCuánto pan caben en tus alforjas, preguntóle
ResponderEliminarMucho señor, respondióle…
Le miró de soslayo y con mucho desdén
Y le respondió, pues llénalas
Desde hoy eres mi esclavo…
Gracias Europa…un placer
A mí me la va usted a decir…
ResponderEliminarLe soltó mientras le empujaba al abismo
Con el mástil de la bandera con la que coronaron la cima…
Gracias Jose Antonio.
Trágico final.
ResponderEliminarComo dicen por estos lares :"habrá que dal-le una manita de verde a la historia", pa que la esperanza tome mejor color.
Caminante, otro mundo es posible si todos ponemos de nuestra parte (y de la de nuestras sombras).Un abrazo.
Trágico era el camino
ResponderEliminarel final no es más que un destino común
dentro de cien años todos calvos
Gracias Jose Antonio...Otro Abr.
"Pero el tiempo llegará en que Zaratustra regresará para enseñaros a vivir, sin miedos."
ResponderEliminarUn gusto haber pasado santiago.
Un abrazo.
Tanto miedo tenéis que perecéis enredados en la soga de vuestra gratitud.
ResponderEliminarHistorias de arácnidos y viudas.
Me alegra que sintieras algo,
no hay nada como sentirse sentido...
gracias Juan C.