LA SOMBRA DEL CIPRÉS.(Rep.ELPAIS)
Llegué el otro día a un edificio público, a arreglar un papelito de estos tantos que debemos llevar encima para ser Legales. La fiesta comenzó cuando al llegar a la puerta, un Ropero me dijo que Socio no podía entrar. El lugar está apto para una sola especie de animales, al parecer. Dada la evolución de tal especie, le pedí a Socio que me esperara en la puerta de tan fastuoso edificio, más parecía la casa de un gran Pudiente que de un organismo público, en teoría para el beneficio de todos. Numeritos para hacer cola como borregos, será para automatizar la buena conducta de dicho rebaño. Como no había otra forma y el papel me era necesario pues ya los Centuriones me habían elegido lugar de recogida nocturna por varias noches, pues tomé el numerito y esperé como un lanudo más.
No termina mi sorpresa, cuando veo un conciudadano detrás de una de las mesas de atención al público. Mientras esperé rebusqué en mi memoria, lenta no como la de los nuevos seres programados, y encontré, después de largo rato, la relación de dicho individuo con cierto mandatario del pueblo. No es que me importe a mí, yo vivo como buen Bluesman en cualquier sitio, de cualquier maná caído del cielo, pero otros chicos sobradamente preparados como no conocen el dicho del Padrino, pues no encuentran otro trabajo más que de albañil, jornalero o cualquier otro sin necesidad de preparación, así pasa los días esperando que llegue su oportunidad.
Se vino a mi mente la historia del Ciprés. Tiene una forma muy peculiar este árbol, de la familia de las Cupresáceas.
El ciprés común es conocido también como: Cupressus sempervirens. Tiene esa forma alargada que todos conocemos de los existentes en los cementerios principalmente.
Se decía antes, incluso algún libro bien conocido recordaba, que los cipreses creen en Dios. No se si será cierto pero lo que sí es cierto es la forma tan peculiar de su sombra. Es alargada, cuanto más viejo y poderoso sea más ancha y alargada. Puede cobijar a todos los seres que se amolden a sus peculiaridades.
Se podría decir que los sabedores de la historia amoldan su cuerpo a la sombra y se protegen de los peligrosos rayos solares, aún a costa de perder cierta flexibilidad en las formas a tomar durante la siesta. Estos árboles forman seguro familia con los humanos, pues algunos parecen tomar lecciones de su crecimiento, de su protección, de su poderío. Si yo te protejo será a cambio de doblegar tu cuerpo ante mis ramas.
En eso un pitido: ding-dong. El trece, era mi número. Hola vecino, vengo a que me arregléis este papelito, para que me conozcan bien los centuriones. Cómo que tú por aquí, desde cuando te sostienes en este maravilloso empleo, ganado con tus sudores. La respuesta fue seca. No reconoció en su talante ser conciudadano, ni nada que se le parezca. Y simplemente me dijo: en la mesa 13 te darán tu DNI para que te puedas marchar.
No me despidió, ni hizo ningún comentario. Se ve que no le debió de gustar mis insinuaciones o simplemente se veía en su pedestal y quiera que no, no es lo mismo. ¡Verdad!
Muy bueno tu espacio.
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Me uno a tu grupo de seguidores.
Saludos.
agradecimientos mil, Carmelo
ResponderEliminarun placer espero seguir viéndote
Como siempre un placer volver por tu casa.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo.
Ay, ay, ay, no te eches más tierra encima que al final, entre la que tuya, la mía y la de algún otro, vamos a tener que necesitar la cantera de Robles nada más que para nosotros, un saludo y arriba TRIR.
ResponderEliminarLa sonrisa bienvenida siempre de Hiper…ión
ResponderEliminarEl Placer es mío…Gracias Antonio.
Es posible que entre excavadoras y buldog ces
ResponderEliminarRodillos y aglomerado se pierdan las ganas y la honestidad
Mas mientras quede alguien con ganas de contar la simple verdad, quedará esperanza de repetir las cosas bien dichas
Independientemente de quien manipule los mandos
De la maquinaria…
(El texto fue publicado íntegro, como lo ves, en el año 2003, o sea que no es más que una Republicación del mismo…Pero como desgraciadamente no pasa de moda, pues a la palestra de nuevo)…un Saludo y Arriba TRIR Abel…Gracias