jueves, 17 de marzo de 2011

Ajuste de Cuentas…

Ajuste de Cuentas…
Al culminar la ascensión abrió los brazos y creyó ser dueño del aire. Construyó su palacio sobre altísimas lomas, sin escatimar esfuerzos. Arrancó árboles, rodó piedras, sacándolas de las entrañas de la tierra. Inventó normas, leyes, para doblegar a sus hermanos menos dóciles. A aquellos que guardaban algo de memoria ancestral del antiguo diluvio, de la antiquísima maldición, del anterior expurgue del planeta.
Templada, rotando sobre sí. Girando alrededor de sus mayores estrellas. Creando movimientos lentos para no expulsar a sus parásitos. Mas cuando todo es pesado se acaba teniendo ardores de estómago. Igual que un ser vivo de los que nos creemos, los más inteligentes, igual que una planta, igual que un león, o una hiena, cada uno tenemos que cuidar nuestro anfitrión, si no se acaba cabreando y termina por expulsarnos de protervas formas. 
Entonces corremos a los diccionarios, desempolvamos esas palabras maravillosas y tan difíciles de pronunciar, esas que otras veces nos sirvieron para dominar y apaciguar a Ella y a los borregos, Apocalipsis, Armagedón, final de la batalla, juicio final…cohones ya está bien jodidos mamones, vamos a sentarnos a fastidiar a quien se lo merece, a los cuatro dueños de las mierdas que se mueven sobre la capa terrestre.
Si a un buenorro,a un santón, le molestas una y otra vez, si le fastidias porque le ves lento, afable, gentil, entregado y sin ganas de problemas, respétale y no te mofes, pues quizá tenga en sus intestinos una solitaria que se convierte en serpiente y saca su bífida lengua cargada de veneno y elimina todo a su rededor. No moleste a la paciente, pues te crees grande y eres un ser diminuto e indefenso. Un pequeño constipado te puede hacer dilucidar cuánto dolor puedes soportar.
Si los árboles crecieron sin nadie plantarlos, si refrigeran su esférico cuerpo, quédalos allí, deja que sea su corrido natural el que modifique los cauces de los ríos. 
Cómo puedes creerte jugador del temible juego de la creación, si apenas eres capaz de enfrentarte a tus propias creaciones, malévolas pájaros de fuego vuelan sobre indefensas seres agarrados a espolones ardientes que escupen fuego plúmbeo, nada más que para cabrear a la fiera.
Gaia se siente traicionada de nuevo, y escupe su ardor, siente como sus entrañas sanguinolentas se escurren por su cuerpo. 
Quedemos grabado nuestros errores en formatos sempiternos , así las nuevas eras estarán cargadas de información real y pasada y no de especulaciones que tomarán tanto tiempo en reuniones, especulaciones y dires y diretes que no se tomarán las medidas a tiempo…
Para que sirve la ONU, para juntar a elefantes sagrados con estómagos insaciables que no deciden nada, mas que a toro pasado. Eliminemos superfluidades y optemos por acciones que dobleguen a los señores Tira..anos, sí así pues parecen que eso lo que hacen mejor darle por culo a los menos culpables.
Suenan cargas de caballerías y parecen anunciar una carga de sublimes ganancias, mas más parece que son trompetas fúnebres que auguran el final de la civilización menos civilizada de todas las letras derramadas en infinitos anaqueles…
Demasiados ajustes de cuentas suenan ante el Apocalipsis Lento…

4 comentarios:

  1. Me estoy avergonzando cada vez más de mi propia humanidad,de esa que en cuanto la Tierra protesta,se convierte en nada.
    Y es que nada somos, por mcuo que queramos creer que somos algo así como dioses...
    Y a esos endiosados políticos de m...algún día les llegará su hora.
    A ver si es pronto,caramba,que dan asco!!!!
    Besos.

    ResponderEliminar
  2. Hace ya tiempo que me peleé con la humanidad, siempre digo que me gustaria ser una piedra...
    Un abrazo...grande.

    ResponderEliminar
  3. Esquilmamos pues jodámonos
    Mientras sustraemos felices
    Pues cuando se nos aplica la sartén roja
    Quemémonos
    Quejarnos pues claro, pero hombre cinismo el justo…
    Gracias Uka…Un placer como siempre tus llegadas.Bsts.

    ResponderEliminar
  4. Y poder rodar y amoldarnos
    A finos derroteros y sentir la crudeza de la intemperie
    Al menos sufriríamos tanto como debemos…
    Gracias Remei.

    ResponderEliminar