sábado, 26 de marzo de 2011

Mordida…

Mordida…

Te espiaba en las sombras
Luz de candil, aceite encendido
Mecha de mariposa, carburo del rincón
Mi rostro he teñido
Ración excesiva de maquillaje, velando
Tu mirada, perseguida, evadida de soslayo
Mis tibios ojos pierden la destreza, sucumben
No saben huir del deseo, de la reverencia
Diestros en inclinarse ante tus pies, agrietados.
Siento el pecho mordido por un jaguar fiero
Una vela candente ilumina el cobijo de la fiera
La cueva donde la serpiente sentíase señora.
Sabores a canela, impregnan el ambiente
Cuan si hubiera recibido el cadalso en palos dulces.
El pebetero engulle nuestra combustión
Pues somos seres nacidos sin pensamientos
Privados de elección. Mis ojos devoraban tu carne
Recipiente de las enésimas esperanzas
Caras inocentes elevan sus ojos tristes a Osiris.


6 comentarios:

  1. Cuida de tus ojos voyeur incendiado, por acaso por apuesta las manos que sufren menos... un placer, como siempre.

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  2. Más tremendo aún
    Mi agradecimiento Hiper…ión…Gracias

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  3. Máxime argumento
    Cuando no ver sería tormento
    Ay de mí, pobre disfrute, pobre voyeur
    Cuánta saciedad poder sentir y escoger…
    Gracias Europa…Un placer Carmen.

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  4. A Osiris y quién se preste.

    Gracias a ti por tus versos: laos que dejaste én Azules rotos y estos.

    Saludos

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  5. Es un placer
    Recibir tanto elogio
    En tan poco espacio gracias Trini

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