jueves, 21 de marzo de 2019

Luces noctívagas …


Luces noctívagas   


Escucho la voz que nace más allá
dentro de una jaula de piel y huesos
tengo el armazón destrozado
me sustento de un hilo de lino rojo
quiebran las heridas, ya las arrugas me atraviesan
y la noche me devuelve la luz, la soledad manifiesta
escondido en este rincón que me alimenta
con dos bocados de teclas, un papel en blanco,
el recuerdo de un roce en la mañana
o acaso aquello que pudo ser verdad
y se tornó mentiras, llenas de hojas secas a los pies.
Escucho la garganta rota de un hombre empapado
de desinhibidos narcóticos, igual que una corteza arrancada
a machetazos, partiendo las ramas, rompiendo la coraza,
qué ocurre tras aquella metálica estructura
preñada de gélida mirada, y acordes desordenados
acaso estuviera perdiendo la batalla de la vida,
y se resistiera a existir, y se dejara llevar
por un río oscuro, desatendido
igual que un islote, similar al niño abandonado
a las puertas de un asilo, siempre esperanzas,
mas sólo eso, futuribles, obscenas manos sucias.
Escucho una guitarra entre los claveles rojos,
los fusiles se entregan, llegan las flores a tus puertas
se alejan las niñas de piel cetrina, y cabello ralo
juego mis últimos dados, me salen dos seises
quiero saber, la bruja me mira con ojos acuosos
no distingo el último suspiro, me detengo en la plaza
no puedo perder tanto, este balanceo es inocuo
congelados los transeúntes disipan sus culpas
disparo a todos, caen como moscas en un vertedero
y dejo una sola bala, una de plata, la beso
es mi último sueño, mi último tren, mi último estampido,
se abre mi pecho, se vierte una cascada de rojo fuerte
pero no se desploma mi cuerpo, estoy sentado
frente a ella, frente a la corriente blanquecina
no caben más cuerpos en este viaje, debo dejar mi alma
pendida de un hilo ficticio, de una bocanada nauseabunda
el hedor a escoria es mortal, quiero llorar,
las lágrimas se perdieron en un cuento de hadas inconcluso
escucho un vinilo rallado que repite mi nombre
o quizás no, qué importa cuando todo termina,
el televisor pestañea y se apaga sin ruido, sin gránulos grises
el niño ha lanzado con su mano pequeña, aquella piedra redonda
la misma que tenía una mariposa tatuada,
apostillo contra el último trago, la noche se acerca rauda
y dispongo el almohadón en aquella esquina.

Ya todo da vueltas, y las voces de nuevo me persiguen
Ya todo da vueltas, y los cuerpos desnudos se muestran
Ya todo da vueltas, y vuelvo a preguntar por tu esquela
Ya todo da vueltas, y nada me impide huir calle abajo

Miro atrás, nadie corre tras de mí, pero tengo miedo
Miro atrás, el sol me derrite el sudor de ayer,
Miro atrás, tropiezo y derribo al guardián
Miro atrás, su puño destroza mi mentón
Miro atrás, un zigzag luminoso sí,
Miro atrás, levito a dos palmos
Miro atrás, no estás

Lloro, reclamo la última bala,
La única respuesta se clava en mis pupilas arenosas,
Estoy perdido en mi habitación, y no tiene ventanas,
las puertas están fechadas
sacudo el tambor, escucho una sorda detonación…

silencio, silencio, silencio… (el cuerpo desnudo, decrépito y ruinoso,
silencio, silencio, silencio… la gasolina prende, la pira consuma mi fin)

amanece con luna llena, el sol equidista del centro, el día comienza
con una pequeña ventaja sobre la generosa noche de antaño
volvemos a perder, volvemos a los comienzos
en las calles un olor profundo a azahar embriaga mi mente disoluta…


©SantiagoPabloRomero.Bluesman.ElRompido.mar’19
Imagen:JacqPaRo.
Music:TheJeffHealeyBand.RoadHouseFullAlbum

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