quid pro quo…
me remites una carta oscura
o un email, o un dichoso silencio
porque dices que no te sonrío,
acaso pedí tu graznido alguna vez
no, verdad… entonces deja correr las aguas
sobre las laderas de un puesto cargado de libros
donde hallé mil aventuras
me pides que hoy haga por ti
aquello que mañana será por mí
y nunca suspiré en tu cogote
ni siquiera vendí mi alma, por tu mirada
nunca fui diablo, menos aún ángel
pero el camino de la vida
todo sube, todo baja, todo noria
como un elvis, como una donna
moviendo las huesudas zancadas
o dejando caer las persianas del lamento
rico, me siento rico, porque me quieres
aún a pesar de todo, incluso cuando soy odioso
un latinazgo se apostrofa en mi ceguera
y tú llamas a mi puerta cerrada
no abro ni el postigo
dejo que te ausentes, que te escondas
te pesqué en el río, te recogí y amamanté
ahora quieres pedirme atención
ya soy viejo, ya mi piel se pliega
he escuchado un vals, y un rock, y un blues
suenan a gloria, sí
cada uno a su ritmo, sin aspavientos
quedando en cada puerto un son
nada se da tocando el hombro, no
se entrega de forma magna,
por ello creo en los ángeles, y sé
sé, de vosotros los demonios
mas no temo nada,
cada amanecer miro al cielo, sonrío
me digo, otro, y otro más
y me siento satisfecho oyendo a Marki,
comprendiendo los otros escritos
siseando a las musas, para me quieran
sembrando palabras, que una vez florezcan
mordisqueando el fruto sabroso
sin mirar atrás, cuidándoos
a vosotros, que dais sin mediar un futuro
porque en el pecho os creció un latido
es verdad nunca se me dio bien, mentir
y así me fue
por otro lado, también había pan en la alacena
es verdad que lo regalé
y nos quedamos ese día sin comer
es verdad que sus pequeños ojos legañosos
me raptaron la vida
es verdad que hay días que no merezco vivir
pero soy así
cruel con los tiranos
tierno con los niños, y lo peor
descuidado con los que quiero de veras
o más aún,
me quieren a pesar de mí
sigo investigando bajo las piedras del olvido
por si tengo solución
o no tengo perdón de dios
no pierdo la esperanza
de que un día vuelvas
me mires a los ojos
me sigas besando con el rencor desaparecido
seas mi psiquiatra de cabecera
alinees mis tiras de letras sin sentido
pertreches mis últimos vendajes
disemines aquello que fui
por las lievas de la calle central
no temas al murmullo de la marabunta
y cimbrees la tarde
al ritmo de las olas, al son de las campanas
sin esperar nada a cambio
pues ya no existirá
mi yo, mi ego, mi cuerpo raído
y no habrá razón de ser, aquella nomenclatura tuya
aquel Quid Pro Quo…
déjale Anabel Lee, ya los ángeles han fenecidos
bajo el peso del fuego
todos somos cenizas
no vivimos sino en el cántico del recuerdo
donde sus voces
vitorean aquellas regueras de negro que ungieron
al necesitado, al ávido de alimentar su alma…
©SantiagoPabloRomero.Bluesman.
Imagen:JacqPaRo.París’16
Music: DireStraits-TheBestOfDireStraits
NO, en el Quid Pro Quo...La vida es para disfrutarla…Sin pedir nada a cambio…sino dar G R A C I A S … me pides que hoy haga por ti aquello que mañana será por mí…. he escuchado un vals, y un rock, y un blues suenan a gloria, sí…. por ello creo en los ángeles, y sé …sé, de vosotros los demonios mas no temo nada, cada amanecer miro al cielo, sonrío…. aquel Quid Pro Quo… déjale Anabel Lee, ya los ángeles han fenecidos bajo el peso del fuego todos somos cenizas…. Que Inmenso eres mi querido poeta, bellas metáforas que dejarían a la mismísima Anabel Lee a meditar sonreír pero en forma sarcástica… no vivimos sino en el cántico del recuerdo donde sus voces vitorean aquellas regueras de negro que ungieron al necesitado, al ávido de alimentar su alma… me has dejado pensando y sonrío porque tus letras son tu reflejo de tus sentimientos, maravillo eres Inmenso, un abrazo.
ResponderEliminar“Acaso pedí tu graznido alguna vez no, verdad… y nunca suspiré en tu cogote ni siquiera vendí mi alma, por tu mirada nunca fui diablo, menos aún ángel, por ello creo en los ángeles, y sé sé, de vosotros los demonios mas no temo nada, y no habrá razón de ser, aquella nomenclatura tuya aquel Quid Pro Quo…déjale Anabel Lee, ya los ángeles han fenecidos Bajo el peso del fuego”. Wow…! Maravillosos versos de Santiago Pablo Romero haciendo de su “Quid Pro Quo”, legado poético magistral de vida. Es una frescura de innovación elegancia, refulgencia poética cada verso es una sonrisa por la esencia de la cotidianidad con una galanura expresada estilo Bluesman Pablo Romero, dejando en sus términos poéticos el palpitar unísono entre ángeles y demonios, amor y odio, reclamos y aceptación, rencores y deleite, odio y amor, toda una concatenación de antítesis que hacen del “Quid Pro Quo” una verdad vestida de fantasía y realidad, cordura e ironía, cada núcleo lingüístico danza armonizando sus versos en una aceptación vibrante que acalora y apasiona, atrapa y ama. Felicidades poeta Santiago Pablo Romero por tu elocuente multiplicidad literaria que nos arroba ante tu música de letras formando un pentagrama de la realidad social y llegadora para cada corazón. Y al igual que Edgar Allan Poe “y ni próceres ángeles del cielo ni demonios que el mar prospere en sí, separarán jamás mi alma del alma e la radiante Annabel Lee”. O también de Khalil Gibran: “Y cuando sus alas os envuelvan, entregaos a él, aunque la espada oculta en su plumaje pueda heridos”. También en el (The Silence of the Lambs) “Quid pro quo, Clarice”. Eres gigante poeta Santiago Pablo Romero porque tus versos hacen la diferencia de la belleza de vida en cada letra con su juego de la vida entre la realidad y el infierno, el fuego y el amor, se envuelve su metáfora de brillantez de vivir el CARPE DIEM.
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