Al Amanecer…De Nuevo, contigo.
Una mirada tuya, una caricia sobre tu rostro, tu pelo revuelto. Un rayo de luz invade nuestro lecho, un nuevo día. El mismo, el nuevo, el de siempre, otro rejuvenecido, donde día a día, sembramos un eslabón más de nuestras vidas. A tu lado.
Renovando, renovado, quitado, puesto, dicho y oído. Subes, subo. Bajas, bajo. Subes, bajo. Bajas, subo. Digo y escuchas. Dices y escucho. Revuelvo tu sábana y atrapas mi mano. Y le enseñas el camino, que bien conoce. Le acercas a tu pecho y oyes que palpa tu latir, emocionada. Como si fuera aquella primera vez, como es esta primera vez. Una y otra, mil.
Siembras de semillas, cosechas recogidas. Alguna cizaña, lógico. No aprenderíamos si no erráramos. Diversión de abrir los ojos frente al crecimiento día a día de unas vidas unidas, bellas.
Cristales translúcidos cubren el vidrio de nuestra ventana, en estas mañanas otoñales que dejan pasar unos rayos de luz blanca, desordenándolos en miles de colores que inundan nuestra estancia. Para recordarnos que llegó otro día. En el mismo lecho. Con el mismo aliento. Sobre tu cuerpo, sobre mi cuerpo. Y nos miramos con la confianza de la fusión.
Como un buen vino que madura con los años. Se hace lustroso a nuestros paladares para sabernos saborear. Sublime elixir, eres.
De nuevo un comienzo, de nuevo el principio. Otro más y mil.
Pensamientos fundidos, confidencias secretas que no hacen falta comunicar para saber. Tú y yo. Yo y tú.
Cogidos de la mano, retozando en rincones como unos locos adolescentes, pero con la experiencia de saber que volveríamos a romper moldes por renacer, uno junto al otro.
Y es que, no hay nada mejor, que caminar junto a ti. Soñar junto a ti. Y compartir el comienzo de ese amanecer en tu lecho. Y volver a empezar, y seguir, y seguir, y seguir…
Que no se pierda esa ilusión y sea camino para el año nuevo. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarVivimos para sentirlo. Y tú lo has escrito tan hermoso...!
ResponderEliminarFelicidades por tan bonito sentimiento!