La Otra Mitad…

La Otra Mitad…

Pude ser el agraviado, pude ser provocador, pude ser el mensajero. Pude estar y no estar, ser y no ser. tod@s tenemos nuestra otra mitad. La que si dice tuve, en vez de hice, o hice en vez de tuve. Siempre existe la otra mitad.

En momentos álgidos vemos a los del valle y pensamos en el frío que pasarán. Cuando estamos abajo, pensamos como serán tan inhumanos que no se prestan a ayudarnos. Y es que tod@s tenemos nuestra Otra Mitad.

Nadie, pero nadie deja de ser hambriento excepto por comer, si se acaba atiborrando acabará privando a su mente de una visión objetiva y comenzará a parecer un avaro.

Los caminos nos enseñan que pueden ser polvorientos, cenagosos, asfaltados o empedrados, estar sembrado de riscos o de migas de pan. Si no estamos dispuestos a calzarnos las sandalias del pescador ni tan siquiera cinco segundos, no estamos preparados para poder mirar alto.

No debemos decidir sobre la suerte de otros sin sabernos colocar en el lugar del otro. Cuando perdemos los papeles de creer saber donde nos encontramos acabamos utilizando la fuerza. Sin tener miramientos de los desastres que provocamos.

Tarde húmeda, lluvia repiquetea sobre los cristales de mi ventana. Run, run de traqueteo de plúmbeos cielos regurgitan las entrañas del suelo frente al cielo. Y entre tanto deambulan ideas, idas y venidas, viajes de ida y vuelta en segundos, alrededor del mundo.  Personas repartidas por todos los lugares del mundo, defendiendo las ideas diferentes frente al pensamiento único alienante. Disputemos esa otra opción. 

Mucho evoluciona todo para que no podamos seguir mejorando la calidad de vida de todos, sobre todo de los que lo necesitan.

Ahora aparecen bigotes de nuevo amenazantes para decir que ellos podrían solucionar los problemas, haciendo más y por menos. Seguro que sí, o eliminando a los que son un peso para la sociedad, a quién querrán engañar. Siempre los mismos lobos con piel de cordero.