El precio a pagar…

El precio a pagar…

Eres listo, coño, lo eres. Le dicen sus  compañeros en el cole. Destripas letras y números, alientas a los débiles, enfrentas a los gallitos. Encandilas a los profesores, ayudas a los torpes.

El camino lleno de hiedras enanas que te alfombran la cantinela que orienta tu estadio. Guías y eres guiado por tu divina condición. No necesitas, te necesitan.

Creces, pubertad, éxito de chicas y chicos, eres líder nato. Todos te quieren a su lado en la foto. Tu peinado se lleva, tu ropa marca estilo, fumas?... Fuman, bebes?...beben.

Ellas, ellos se fijan, te comparan, te imitan, te adoran, te siguen, de cerca. Los arbustos dan sombra en tu sendero llevadero por las lomas del acantilado, no temes.

Y creces, te orientan y no dejas que lo hagan, estudias lo que quieren o no, pero creces y destripas carreras. Rompes records, peleas y ganas. Dejas pasar y te idolatran. Y llegas, llegas…

Tu imagen se extiende, se pueblan las cercas de tu ciudad, de las ciudades del mundo… eres la imagen. Hablas o no, pero tod@s atienden, digas o no algo importante o superfluo, oyen.

Los árboles te circundan en pleitesía de rey de los bosques, de los ciudadanos completos, los sauces sueltan sus ramas a tu paso y recogen, según necesites.

En la cúspide, te miras, te observas, dejas perder tu mente en el abismo que tienes delante. Preguntas el nombre a tu compañía, no te responde, el héroe de la clase baja, en la cúspide perdido frente al abismo. Y te sabes superior, y ese el error, haber conseguido el conocimiento. 

Mientras fuiste ignoro peleaste por saber, por descubrir, por superar, pero cuando llegaste a conocer el final encontraste que estaba vacuo.

El conocimiento te privaba de mortales discusiones.

Alargaste los brazos frente al acantilado, dejaste atrás los bosques, las ciudades y metamorfoseaste en águila para poder ver de lejos.

Hoy todos sienten tu planear, héroe de las bajas estirpes.