miércoles, 16 de febrero de 2011

Homeless. Sin Techo.

Homeless. Sin Techo.



Mientras discutimos, peleamos, reñimos, batallamos. No prestamos atención al mal que podemos estar haciendo o recibiendo. Los interiores de la mente de cada individuo son distintos de su congénere más cercano, con quien se enfrenta. Las trifulcas como siempre la pierden los dos. Pero uno más que otro. Los más fuertes sobreviven a casi cualquier cosa. En cambio cierto grupo no soportan la humillación de la derrota. Sí una derrota en su propia batalla es la causa principal de que existan en la calle, sin ir más lejos españolas, más 25000 personas malviviendo.



(Puedes enlazar aquí para ampliar información: http://www.elmundo.es/elmundo/2009/11/18/solidaridad/1258555903.html .) Son los que llamamos sin techo, homeless, sans abri o de mil y una maneras, pues llamarlos sí sabemos denominarlos. Les hemos adjudicado un nuevo nombre a esa especie. Que algunos tratan incluso de erradicar. Y si se erradicara de la manera que se debiera, o sea ayudándoles a volver a la normalidad. A que recuperen su autoestima y encuentren una razón para vivir. Entonces estupendo. Pero quién no ha notado como desaparecen en las fiestas grandes, de las calles céntricas, de donde sean una mala publicidad, por ejemplo para el turismo o los corazones sensibles de los grandes señores. Nuestros gobernantes aleccionan a sus mercenarios para que reubiquen a estos indeseables en lugares más idóneos. Sea por su bien o por huevos, palabra muy española. Pues en otro sitio no se sabe, pero aquí seguro fueron primero los huevos y luego la gallina. En eso lo tenemos muy claro.



Por qué creamos una sociedad que abandona a los que no comulgan con sus directrices y no reorientamos la cuestión para que aprovechemos el espacio en el que habitamos de una forma pronunciable. Vamos que se pueda vivir y no sobrevivir.





¡Inventad, pues, el amor que soporta no todos los castigos, sino también todas las culpas! ¡Inventad, pues, la justicia que absuelve a todos, excepto a los que juzgan! , dijo Zaratustra.



Como fácilmente nos gusta alargar la mano y tirar la piedra, pero quién saca pecho y se promulga en el autor.



Es más fácil esconderse tras la máscara. Tienen miedo a perder la Idiosincrasia que se han autorregalado. Prefieren vivir en la mentira. Son putos hacedores de humo…………Ponte en su lugar.








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