viernes, 10 de diciembre de 2010

El Ladrón de Espíritus de Reloj.

El Ladrón de Espíritus de Reloj.
El minutero corría, su velocidad lo atrapaba sin poder escapar. Se dispuso a acabar con aquella desazón. No podía permitir que el fatídico reloj, descansara la espada de Damocles sobre su cuello, tal como la propia pendía de un pelo de crin de caballo. Reloj al levantarse, al entrar en el trabajo, una relojería. A la hora de comer, a la hora del descanso, del café, del noticiario, del paseo, de la recogida, de dormir, de…
Se dijo acabaré con él. Se dispuso a saltear todos los corazones de relojes hasta quitarles a todos, su alma. Además se decía, para ello tengo el conocimiento adquirido en mi dilatada y experimentada carrera como destripador y montador de máquinas contadoras de mentiras, el tiempo.
Pasaban los días, y reloj que encontraba, reloj que dejaba de latir, como él se decía. A sabiendas que no son iguales los corazones.
No existían relojes, pero la costumbre les había alienado tanto la mente que apenas variaba la rutina. Más de lo mismo todos los días. Se dijo, esa no es la solución.
Libros de construcciones de relojes, espíritus enclavados en el tiempo inmemorial del hombre. Investigará el quebradero éste. Eliminaré todos los libros jaulas del conocimiento. Y la inmensidad de la masa humana latirá por sí misma. Cada uno se levantará cuando quiera, se acostará cuando quiera y joderá cuando quiera, sin mirar la hora del sábado, religiosidad?.
Dispúsose el sol al amanecer, el gallo cantó, los pájaros imitaron y todos se levantaron. 
Jodido de nuevo se encontró caminando hacia la relojería.
Camino del lugar de los entuertos se fijó en sus manos…
Marcados por siempre se encontró el tiempo, imaginado en cruces matemáticas, en poleas dentadas y en espíritus de muelles de láminas, cuarzo y otros cachivaches.
Agachó la cabeza, pensó. Pobre de la humanidad, difícil tiene el escapar a la carrera que se dispuso al inventar la forma de hacer noche al día y esclarecer la tranquilidad opaca del descanso.

2 comentarios:

  1. El Ladrón de Espíritus de Reloj. El Ladrón de Espíritus de Reloj, cada tic tac poético de El Cazador De Sueños Santiago Pablo Romero, va enmarcando esa fragancia del tiempo en donde su palpitar se adentra navegando al mar palpitante y besa los crepúsculos de sus manecillas pintando un nuevo amanecer de auroras haciendo del momento el espíritu más hermoso de la eternidad en donde sus manecillas son bendecidas ante el silencio tiempo de la vida de lucha creada con amor. Así es el poeta Bluesman, hacen de horas, minutos, un alto a la noche y deja entrar a las estrellas a su espíritu del tiempo y empieza la fiesta por el infinito de su tic tac de la vida.
    Felicidades poeta Santiago Pablo Romero por ser péndulo poético alquímico, fortalecimiento de cielo pintando el tiempo con tus letras y abrazando el tiempo del ayer, con el hoy en una aceptación divina de amor haciendo del reloj instantes de historia convertidas en la más mágica pasión transmutando la vida hechizante en sueños, robando el tiempo y convertirlo en el hoy fiesta de amor.

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  2. Agachó la cabeza, pensó. Pobre de la humanidad, difícil tiene el escapar a la carrera que se dispuso al inventar la forma de hacer noche al día y esclarecer la tranquilidad opaca del descanso…. Que maravilloso eres mi querido Cazador de Sueños, genial y sublime forma de describir la rutina en la que todos caminamos como sambíes que aunque tratemos de hacer algo distinto siempre surge algo que nos lleva a ese ladrón de las fantasías como El Ladrón de Espíritus de Reloj. Magistral eres mi querido poeta observas la vida a la personas y sus reacciones y lo transforma en bellas letras, gracias poeta maravilloso si pudiéramos tan solo cambiar unos minutos cada día seriamos más felices, Eres Inmenso, te admiro mucho, un abrazo.

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