jueves, 8 de abril de 2010

Rupturista.Genio.Unionista.

Rupturista.Genio.Unionista.

Ocho de abril. Fecha. Número. Mes. Primavera. Amor. Humanos. Rupturas. Uniones. Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz Picasso. Y poco después también María de los Remedios. Para los amigos, Pablito, casi tocayo. Pero, con ese calendario, de casi todos. Hoy hace treinta y siete años de la desaparición del genio.

Hoy todos dicen que es un genio. Las autoridades de “sinbandos” vanaglorian su grandeza.

Triste que no siempre fue así. El puto rojo ese. Aunque tuvieron que reconocer y prestar instalaciones para despliegue de su genialidad antes del aperturismo, muy a su pesar de los pesares. Le habían reconocido en La France, medalla y todo.

Tiene que ser alguien tan reconocido, como Pablito, para poder decir y, por aquello de ser quién es, se le respete. Se convierta en un intocable, criticado en las sombras, vanagloriado en las luces.

Tenemos que aprender a respetarnos. Cuando marcamos las distancias entre las ideas, hay espacio para todos. No deberíamos de llegar a los enfrentamientos, máxime los dialectales. Para ello inventamos la palabra. Para entendernos y hacernos entender.

Expresiones de las artes todas, unas enfrentadas a otras, Sí, por qué no. Pero nunca llegar a derramar el fluido viscoso, color pasión. No hay más importante en la vida, que la vida.
Rupturistas, siempre, para innovar. Hoy Pablito si nos hubiera pintado esas expresiones, sin una retahíla detrás. Bueno, ni lo entenderíamos. No sabríamos si era moderno, distinto o simple cubismo.

Es importante que las mentes liberen esa creatividad, debemos desde todos los frentes facilitar que las ideas fluyan como ríos de deseos cristalinos. Vastas amalgamas de sensaciones que discurren por vertientes distintas para confluir en una misma inmensidad. El mar de las personas, principio y fin de las intenciones del hombre. El más ensimismado necesita del hombre. Sin él no tendría razón de ser. Qué triste estaría el Adán ese hasta que llegó el primer signo de compartimento.
O la Eva, pues entonces no habían evolucionado tanto como para saber, si fue antes el huevo o la gallina. Hoy los únicos que lo saben, de todas formas, son los que gastan los huevos donde no deben, los muy gallinas.
Pero lo único que pretendía en este texto, es recordando la efeméride de la desaparición material, que no almática, de un genio. Un rupturista que era en realidad un verdadero unionista. Romper con las ideas preestablecidas para poder unir a los hombres por nuestro propio bien. Dejad la inopia que os ciega. Algo hemos evolucionado, antes prohibían hasta una maravilla como ésta de Gainsbourg.








En este enlace podéis pinchar si queréis seguir la publicación de los textos del libro SALPICADURAS .
Ya tenéis los tres primeros  relatos completos,
pronto el cuarto.
UN HOMBRE DE GAFAS NEGRAS.


con las ilustraciones de
José L. Martínez REBOTE.

2 comentarios:

  1. En cualquier caso, ojalá todos los enfrentamientos fuesen con la palabra como arma.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  2. Al menos lo intentaremos
    esperemos no tener
    que empuñar más
    que la pluma.

    Un abrazo, León Gracias.

    ResponderEliminar