lunes, 24 de mayo de 2010

El Desaparecido.

El Desaparecido.





Todos me nombran, todos me defienden, todos me buscan, pocos me encuentran. Las circunstancias son capaces de expulsarme de al lado, de quien tanto me buscó, de quien tanto me idolatró, de quien ahora me repudia.




No importa, tiempo ya, cuando se llegaban a pelear por mí, si la falta contra mí, había sido grande, podían llegar a matar por mí. La costumbre me hace sabedor de los tantos quereres y tantos repudios, antes más los unos, ahora los otros.




Quién me buscó, movió cielo y tierra, contactos en las alturas y en los bajos fondos, utilizaron las más ruines estrategias del depredador. Estudiaron los puntos débiles, rastrearon a los cercanos, minaron su confianza en mí, les untaron para que me despreciaran. Es fácil untar a pobres de espíritu. Se les toca el bolsillo y comienzan a despotricar, no ya de mí que al fin y al cabo se puede vivir sin mí, sino de su propio padre. Tócale a un hambriento el pan y tendrás un ser alienado capaz de matar en tu nombre, simples animales amaestrados.




Bueno perdí las buenas maneras. Aunque seguro que la mayoría ya me conocisteis, otros me conocéis, y algunos cuando descubran mi valor me querrán tener en su bando. Yo soy el tan buscado, el tan denostado, el tan querido como odiado. El que te hizo creer que morir podía merecer la pena, el que te enseñó a vivir, pues sin mí era sobrevivir, como animal.




Unos me cambiaron el sexo, decían que era mujer, será porque son mejores, que los hombres en todo. Sí, no arquear las cejas, pesadlo en un fiftyfifty verás que siempre son más Personas. Me llamaban Palabra. Y hacían su chiste, cuando yo doy la mía, ésta va a misa. Para demostrar que era lo más sagrado. Otros también hembra, me decían, Honestidad, Honradez.




En cambio mi nombre desde los anales de la creación es HONOR. Y he sentido cuando mataban por mí, pero lo hacían porque respetaban una educación, unos valores, una amistad. Me he reído cuando llegaban a las manos, cuando me atribuyeron cosas que no las merecía, pues eran para reírse de ellas. Nunca merezco la tan mal escogida solución de eliminar a quien me falte. Menos mal, que eso se terminó. Aunque pasamos al otro extremo. Ahora nadie me presta atención y se venden por el nuevo dios, don dinero. A cualquier precio y de cualquier forma. Hay una prostitución del alma fuera de toda duda. Hermanos que siempre me han tenido como unión entre ellos, ahora apuñalan por detrás a sus seres queridos por unas babas, por unas migajas que les hagan el paso mejor por esta pútrida existencia, las suyas, en este corral de cabras y sus machos.




Bueno que sólo quería deciros que gracias a los que seguís buscándome y defendiéndome. A vosotros deciros que hay que respetarme, como lo hace un gitano cuando vende una mula y en ello te la mano. Como cuando un musulmán te elige hermano. Como cuando un corazón ama a ese ser sin pedir nada a cambio, sólo se le entrega. Honor, Palabra, Honradez, Honestidad, Dignidad, Conciencia. Llámame como quieras, pero respétame. No uses mi nombre en vano. O te aproveches de él, aún sería peor.




A los otros deciros, que sin mí. Vuestra prostitución del alma os acabará explotando en la cara y a veces podréis reparar algo, otras pediréis la cicuta, por clemencia.




En los tiempos que corren, por ello me llamáis el Desaparecido.




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