El Regreso a la Caverna.

El Regreso a la Caverna.

Cuando me encontré con Zaratustra llegaba de su largo periplo por el desierto, de la grata compañía del águila y la serpiente. Le seguí por sus senderos de enseñanza. El choque con las mentes del pueblo fue brutal. Los primeros eran temerosos, los siguientes eran despreocupados, los otros se debían a ellos, todos rechazaron caminar más alto, descubrir las enseñanzas del silencio. Escuchar al que grita verdades como templos. No, prefirieron dormir engañados pero tranquilos. Masajeados por mentiras en el templo. Llaman realidad a esas absurdas vidas artificiales que le han creado a medida para esclavizarlos. Su ceguera no les deja ver, pero ese no es su pecado. Es no querer cambiar el status quo, dar por hecho su condición, otorgada al nacer, de esclavo, siervo y amaestrado títere en el mundo ficticio confundido con el real.

Descorazonado, Zaratustra, me indica. Bluesman ha llegado el momento de volver a la caverna. Seguir aprendiendo mientras los aires renovados balancean sus espíritus hacia el más lejos. Han de perecer y consumirse cual galán nocturno para poder comenzar a crear desde la semilla.

Sí, Zaratustra pero algunos, aprendimos e intentamos. Sí, Bluesman, y preciados sois. Vuestra superior entereza os hace copartícipes de las enseñanzas del águila y la serpiente. Y podréis vivir en vuestro torreón, protegidos vuestros corazones por la sabiduría adquirida y enriquecida día a día. En cambio el tiempo se agota y ellos han de perecer entre sus cadenas y fundirse en las ascuas de su ignominia. De sus frías cenizas resurgirá el ave fénix, cual pájaro lleno de luz, para cabalgar sobre alados seres topados por la mano estrellada del firmamento.

Entonces si no es demasiado tarde, regresaré al mundo de los mortales, desnudo como siempre, pero esta vez entre desnudos. Y sólo se fijarán en mis mensajes, no en el tamaño de mis pátinas. Y caminaremos juntos entre valles y montañas, para poder crear el anhelado edén.

La vuelta será dura, Zaratustra. No temas, la caverna me recibe bien. Los periodos de aprendizajes nunca terminan. Tú en tu torreón, dedica tus arrestos a llenar aún más de blanca magia tu interior. Que la venida del diluvio te coja protegido en tu torre.

Será difícil volver al torreón y rodearme de las infinitas enseñanzas. No disfrutar del contacto natural con el camino.

Pero el iniciado ha de seguir las pautas marcadas, regresaré a mi torre de marfil. Expectante, esperaré el posible regreso, si lo hubiere allí estaré.

Zaratustra que la sabiduría y los buenos instintos, te acompañen. Nos vemos Bluesman, sé fuerte.

Las hilaturas de plata, fueron tejiendo un sendero invisible para casi todos, entre la caverna y la torre. Algunos miraban y creían ver un hilo plateado más brillante, los días que la luna enseñaba su preñada plenitud. Después se decían, no serán más que sueños, por qué iba a prestarles atención, estaban locos. ¡Comamos!, y seguían rumiando.

©SantiagoPabloRomero.Bluesman.

Imagen:JacqPaRo.

Music:JocelynPook.MasterBall.

En este enlace podéis pinchar si queréis seguir la publicación de los textos del libro SALPICADURAS .
Ya tenéis los cuatro primeros  relatos completos,
pronto el quinto.
MI SUEÑO...SE PIERDE EL TREN


con las ilustraciones de
José L. Martínez REBOTE.