viernes, 21 de mayo de 2010

Por fin Viernes.Te veré.

Por fin Viernes.Te veré.




Sueño el lunes cuando crecíamos como pequeños zhar-ptitsas. Estudiábamos, jugábamos, compartíamos nuestras vidas, atinadas por los embates de otros. De fondo una melodía constantemente alegre, nos veíamos, nos mirábamos, en la distancia, nadie sabe, qué sabe nadie.




Despertar lluvioso, lejanía del sol, triste repiqueteo sobre la ventana, cristales heridos por los golpecitos incesantes. Hoy, segundo periplo, no veré el cabello mesado por la brisa del mediodía, revueltos en tus carreras de la mañana ala tarde. El clima nos destrozó el furtivo encuentro entre la maleza. Juegos de escondites y confidencias. De escarceos y complicidades. Clima que incendias, clima que ahogas, tolérate clima.




En el ecuador del misterioso calendario, temeroso de la jugada de las agujas del cielo. Tercero, no escucho, repiqueteos. La sonrisa me vuelve al rostro, bueno más que al rostro, aparece en mi interior. Ya sé que cuando llueve las plantas reciben el néctar, disfrutan recibiendo en su cuerpo las caricias de las sedas ofrecidas desde el cielo. Saco una mano, uuys, miro, medio cuerpo, zas, entero. Buena sensación, la maquinita hoy disfrutaría, estamos recién pasado la lluvia. La temperatura agradable, ni frío ni calor, sí, sí pero no es cero grados, jeje. Se hace pasajero. No te miro, pero te siento, te escucho, te pienso, y entonces sí te veo, en mis adentros.




Culminante víspera, alargadas ofrendas, jueves es. Día de reflexión en la premisa del codiciado hecho. Iremos, haremos, subiremos donde no podamos bajar, bajaremos de donde no debiéramos haber subido, planearemos, después ya veremos. O hubiere ido, o quizás no. Bueno, de momento planes sólo son. Ninguno propone, después todos disponen, jeje. Difícil mezcla, nadie quiere, todos mandan. Nadie sabe, todos enseñan. Atrevida situación la conseguida y anhelada excursión. A dormir, que mañana es el día, mañana será. Y no podrás evitarlo, por mucho que quieras desearlo. Hasta mañana.




Luz que penetras en mi ventana. Sol que siempre me llamas. Hoy no me hace falta. La brisa viene cargada de aroma, el azahar llegó desde lejos, el galán de noche espera impaciente su explosión de júbilo, podrá mostrarse cual es. La incomprensión desaparecerá. La luz del sol brillará. Acompañará el maravilloso día. Viernes anhelado, viernes logrado.




Hoy saldré a recibir las dagas de la pasión. Deleitándome al sentir rasgarme la piel con sus uñas. Humedeciéndome el torso con sus labios. Sintiendo como rodeas mi frágil cuerpo con tus tentáculos brazos. Tus piernas me harán sentir el prieto mimo de la hembra. Sentiré extasiado como devoras tu alimento, entregado cuan macho de mantis. Sin importarme si decides mantenerme o eliminarme. Pues te habré gozado. Me habrás gozado. Nos habremos gozado. Eso es imposible de olvidar. Imposible de aparcar. Inimaginable borrar la huella.




Hoy es viernes, te veré. Hoy es viernes, te idolatraré. Hoy es viernes, te gozaré. Hoy es viernes, te me entregaré. Hoy es viernes, nada me importa, me tienes.



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