jueves, 18 de noviembre de 2010

Todo Vale…o No?

Todo Vale…o No?

La crisis se acentúa, las hienas se frotan las manos, los buitres se acercan en su vuelo vigilante, arrimándose en cada vuelta concéntrica, parecen decir: estáis a tiro de piedra, no tenéis escapatoria. Y mientras, sigo pensando, jodido pensar éste.
Nos identificamos con esos depredadores, clasificados por nuestro raciocinio como carroñeros. 
Nos ponemos hasta el culo de sustancias alucinógenas para volar un rato de este puto mundo real. Sí, ya sé que ninguno lo hace…pero todos lo hacemos: unos la cervecita, tras otra y un poco de lingotazos los findes, otros sus cigarrito, su polvito extra, gran segregador de tóxicos naturales y de los ricos, jejeje. Incluso algunos llegados estos días nos damos un chute extra de cafelito con turrones, joder es que no se puede evitar y además nos transportan hasta los ensueños placenteros.
Pero en el mundo diario, la pelea entre la cintura y el cinturón, entre los agarrados al mando de apretarlo y los poseedores del cilicio en su cuerpo, continúa. Se hace más ardua y aparece el gran título: TODO VALE.
Sí, Todo vale, para llegar a donde otros no pueden llegar, a mantenernos en los puestos que no nos pertenecen a costa del otro, aunque sea con subterfugios de cualquier índole.
 De aprovechar la altura del sillón para poder tomar el poco aire, que deja la pútrida situación, creada más si cabe por los mismos que ahora se creen merecedores de respirar, cuando se le debía de facilitar la capsulilla esa famosa de CN- y que se fueran con ese olorcillo familiar de las almendras amargas.
Pero No, Todo vale y además se les ayuda y se les da un nuevo conjunto de medidas para  que destripen a los infortunadillos que a pesar de ser sus víctimas deberán de protegerles y mantenerles su gula, será que no se enteran de que cualquier día les desmembrarán el torso de la testa como parece que les pasó a  aquellos zares u otros sultanes, será que hasta que no ven que los cuelgan boca abajo no se dan cuenta que un hombre es dueño de su hambre, en el momento que se le ningunea en demasía. 
Pueden tener estómago, pero pueden acabar con una gran úlcera desangrándose mientras, los otros en frente aparecen en periódicos internacionales pudriéndose en las calles a las puertas de los hospitales.
Deberíamos hacerles ver que se están pasando con la sobreexplotación de las buenas voluntades, antes que sea demasiado tarde y la riada de personas se convierta en ríos de gente y de ello en marabunta rugidora que esquilma todo a su paso. Esperemos que No Todo Valga.

1 comentario:

  1. Tanto poner precio, tanto tener todo un precio, nos ha devaluado, vuelto necios. Sólo el necio confunde valor y precio, que dice un soberbio proverbio que no cuento chino. Todos necios. Eso sí, unos más que otros. Y yo trato de ser de estos.

    Abrazos.

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