Malas Compañías.(y ii)
Dónde vas. Voy a casa de Angélica. Pero después de como te ha puesto. No después, sino por eso. Quieres que vaya contigo. No, es asunto mío, ya soy mayorcita.
Así es como me encaminé hacia la casa de mi agresora. Pensando, temblando, cobraré de nuevo. Nada más imaginarlo, me dolía todos los huesos. Es fuerte, masculina, pero es también inteligente. Por qué le estaría zumbando a la pija esa, pues en verdad casi seguro se lo merecía. Pero no soporto ver un atropello, desde pequeña, y así me va.
Angélica, me sorprendió por el sobrio relato de los hechos acaecidos el día antes con la chica aquella pija. Su madre había fallecido recientemente de sida. Y la pija malnacida esa pago el pato, de tantas veces que me lo han restregado. Se acabó, no aguanto ni un insulto a mi madre, ella ya no se puede defender.
Con sus palabras, en una voz que me resultó melodiosa, me hipnotizó. Rompió mi corazón cuando me dijo que se iba. No podía sacrificarme por ella, que ahora dolía. Pero ya era experimentada en rasgaduras del corazón y había sobrevivido. Me quería demasiado para dejarme envejecer a su lado.
Todo eso me dijo el día que se fue. Sí, se ha ido después de provocar la tormenta que hemos logrado. Dejó una nota en la almohada, explicándomelo todo. Que la perdonara pero que del amor no se puede vivir. Y ella es muy poca cosa para mí.
La perfecta, la doña perfecta que me habíais dado todo para pagaros como os he pagado. Y ahora ella se ha ido porque es mejor para mí. Dije a mis padres al llegar a casa.
Me cago en la perfección. La vida perfecta es una mierda.
No quiero vivir, joder.
Tranquilízate, cariño. Tus padres estamos aquí. No nos hemos ido, ni olvidado de ti. No aprobamos lo que hiciste, pues nos cogió también de improviso. Hemos meditado mucho sobre ello. Creemos haber hecho en cada momento lo más correcto. Te hemos guiado lo mejor que hemos sabido. Y pensamos que en cosas del corazón, a pesar de discrepar en ciertas cosas con tu visión, no debemos de meternos más que apoyarte en tus decisiones.
Así, si tienes idea de dónde puede haber ido Angélica, y tienes interés en encontrarla. Manos a la obra y a buscarla, antes que pueda cometer una locura.
Mis padres, lo siento por ustedes pero son los mejores padres del mundo. No sé si llegaré a ser la mitad de cómo son ellos, cuando me toque a mí ser madre, bueno a nosotras ser madre, pues seguimos viviendo juntas pero con consentimiento. Esperamos una niña para después del verano, así será virgo como yo. Fue por inseminación artificial, de unos amigos muy competentes. Angélica está como loca conmigo.
En este enlace podéis pinchar si queréis seguir la publicación de los textos del libro SALPICADURAS .Hoy un poco más.
con las ilustraciones de
José L. Martínez REBOTE.
Si no fuese por la soledad, quizá no hubiese malas compañías ¿no te parece?
ResponderEliminarAbrazos.
Es buena compañera algunas veces,
ResponderEliminarotras, se junta con su amigo
el silencio
y puede acabar desquiciando
a la sombra más fiel.
Un abrazo,León.Gracias.